De Budapest a Bucarest solo distan 2 letras... y 834 kilómetros. Y a esa distancia se quedaron seis aficionados franceses de poder ver el Hungría-Francia de la segunda jornada del Grupo F de la Eurocopa, para el que tenían las entradas compradas, pues se confundieron de ciudad, tal y como explica este miércoles el periódico rumano Jurnalul National.
No se dieron cuenta hasta llegar al centro de Bucarest
Según explica el mismo medio, los 6 aficionados aterrizaron en la ciudad, fueron al centro en autobús y se sentaron en una terraza a tomar unas cervezas, cuando se dieron cuenta de que aquello estaba lleno de aficionados de Ucrania y de Austria, pero no había ni rastro de aficionados franceses. "¿Venís de Kiev?", les preguntó el periodista de Jurnalul National, a lo que los aficionados respondieron que no. Algo no estaba yendo según lo esperado.
Una vez conscientes de su error, los seis seguidores decidieron quedarse en Bucarest y esperar al decisivo Francia-Portugal de esta noche. Si los blues ganan jugarán los octavos en la capital de Rumanía, momento en el que intentarán comprar entradas."Tiene gracia que sea la selección nacional la que venga donde estamos nosotros", afirma uno de los aficionados.
Lío con las banderas
Lo más curioso del caso es que los 6 aficionados franceses tardaran tanto tiempo en darse cuenta de la equivocación, pues ni el idioma ni la multitud de banderas rumanas con las que se fueron cruzando les hizo ver el error, además de ser los únicos seguidores que rondaban la ciudad con banderas de Francia.
Y no solo eso, pues según admiten llegaron a pensar que los hinchas ucranianos que agitaban banderas de su país eran seguidores del rival de Francia.
"Creíamos que eran aficionados húngaros que iban al partido y los hemos seguido, pensando que como eran de la ciudad conocían el camino al estadio. Tenemos que aprender más sobre Europa". No hace falta decir que están en lo cierto.
El mismo error que Michael Jackson
Tal y como recuerda este miércoles la Agencia EFE, este mismo error también lo cometió en 1992 Michael Jackson.
Antes del concierto del rey del pop en Bucarest, Jackson saludó a sus fans desde el balcón del Palacio del Parlamento rumano. "¡Hola Budapest!", gritó.