Leroy Sané cumple este año su 4ª temporada como jugador del Bayern de Múnich, una experiencia agridulce, ya que nunca ha logrado ser titular indiscutible. Tanto Hansi Flick como Julian Nagelsmann lo veían como un revulsivo ideal, un agitador de las segundas partes, un papel que al extremo alemán no le termina de convencer. Ya le sucedió en el Manchester City, lo que le llevó a fichar por el Bayern de Múnich, donde no ha logrado ganarse un papel protagonista.
Es por ello que, según apuntan desde Alemania, Leroy Sané está preparando su salida del Bayern de Múnich, aprovechando que termina contrato en el 2025. Si el club alemán no quiere perderlo gratis, deberá traspasarlo el verano que viene, la misma situación que ya vivió con Robert Lewandowski. Sané sabe que está en la agenda del Barça, que practica un fútbol en el que se adaptaría de maravilla.

De Fresneda a Leroy Sané
A todo ello se añade que la relación de Fali Ramadani, el representante de Sané, con Deco es excelente. Este verano ya estuvieron negociando el fichaje de Iván Fresneda, que no fructificó por la llegada de Joao Cancelo al Barça. Ya en esas reuniones salió de nombre de Leroy Sané, que quiere repetir la misma jugada que hizo Lewandowski en el 2022. El alemán ya ha decidido que no va a renovar y después de jugar en Inglaterra y Alemania, ahora quiere probar la Liga española.
Su objetivo, pues, es aterrizar en el Barça, aunque como es obvio estará el problema del Bayern de Múnich, que como mínimo quiere recuperar los 50 millones de euros que pagó en el 2020 para ficharlo del Manchester City. La operación es complicada, ya que clubes como el PSG, el Liverpool y la Juventus también están detrás del jugador, por lo que Sané deberá postular su apuesta por jugar en el Barça, que económicamente no puede competir en estos momentos con los grandes transatlánticos del fútbol europeos.

Una saga de deportistas de élite
Nacido en Essen hace 27 años, Leroy Sané lleva el deporte en la sangre. Su madre, Regina Weber, fue una gimnasta rítmica que logró una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84; mientras que su padre, Souleymane Sané, fue futbolista internacional con la selección de Senegal. De hecho, Sané se llama Leroy en honor a Claude Le Roy, exentrenador de Souleymane y gran referente para él.
Leroy Sané empezó a jugar a fútbol siendo muy pequeño, ya que con solo 5 años ya estaba en las categorías inferiores del SG Wattenscheid 09. A los 9 años, el Schalke 04 lo captó para su fútbol base, aunque tiempo después le cortó momentáneamente, lo que provocó que Sané jugará en el Bayer Leverkusen, aunque después el Schalke lo repescó. Fue en la etapa de juveniles, cuando Sané explotó definitivamente, siendo un extremo rápido y habilidoso. Con 18 años recién cumplidos debutó con el primer equipo, con el que acumularía 47 partidos en 2 temporadas, hasta que el Manchester City decidió pagar 52 millones de euros por él. A las órdenes de Guardiola y en un equipo con muchas piezas para la posición de extremo, Sané no lo logró hacerse con la titularidad, por lo que en el 2020 decidió volver al Bayern, previo pago de 50 millones de euros.