El Real Madrid volvió a decepcionar en el Santiago Bernabéu. Tras la derrota ante el Celta, los blancos perdieron de nuevo frente al Manchester City (1-2). Los de Xabi Alonso comenzaron con fuerza, adelantándose con un gol de Rodrygo, pero el City supo remontar y controlar los tiempos. El equipo fue de más a menos en la primera parte y de menos a más en la segunda, pero nunca logró sumar puntos. La sensación de oportunidades perdidas se mantiene, y la presión sobre el técnico se incrementa jornada tras jornada.
A pesar de la derrota, Xabi Alonso salvó el cuello. En la cúpula del club, estaban listos para actuar si el resultado había sido peor. Sin embargo, la actitud del equipo permitió evitar la humillación y le otorgó al técnico una bola extra para mantenerse en el banquillo. El Madrid no brilló, pero la entrega del grupo dejó margen para respirar.

Rodrygo fue de los mejores contra el Manchester City
Uno de los jugadores más destacados fue Rodrygo. Muy activo durante todo el partido, aprovechó la oportunidad de ser titular. Su actuación fue completa. Inauguró el marcador con un disparo cruzado, marcando su primer gol desde el 4 de marzo. Había acumulado 32 partidos sin ver puerta, más de 1.350 minutos. Aunque el gol fue estéril en términos de resultado, le permitió recuperar la confianza y mostrar que sigue siendo un jugador válido para el primer equipo. Tras marcar, se produjo un gesto significativo: un abrazo casi paternal con Xabi Alonso.

Seguirá siendo un actor secundario para Xabi Alonso
Ese gesto, sin embargo, fue solo un espejismo. Alonso no confía plenamente en él. Desde que el tolosarra ocupa el banquillo blanco, su protagonismo ha sido mínimo. Ha preferido a Arda Güler o Mastantuono cuando ha estado disponible. Rodrygo solo jugó ante el City porque Kylian Mbappé no estaba en condiciones físicas. Esta situación deja claro que su rol es secundario pese a su buen rendimiento.
Mientras Xabi Alonso siga al mando, el jugador sabe que su protagonismo será limitado. El abrazo fue un gesto de cara a la galería, pero no cambia su papel en el equipo. Rodrygo seguirá siendo un actor secundario, fuera de los planes centrales del técnico, independientemente de lo que haga en los minutos que le den.