El sueño de Rubén Amorim de ver a Robert Lewandowski vestido de rojo se ha desvanecido antes siquiera de comenzar. El entrenador del Manchester United, que busca desesperadamente un referente ofensivo de talla mundial, había pedido expresamente al club el fichaje del delantero polaco del FC Barcelona, pero la respuesta desde las altas esferas fue tajante: “no se va a repetir la historia”.
Según revela el diario Daily Mirror, Sir Jim Ratcliffe, copropietario del club, ha vetado por completo cualquier intento de acercamiento al jugador, que entra en su último año de contrato con el Barça. Aunque Amorim considera que Lewandowski podría transformar el ataque del United con su liderazgo y experiencia, la dirección del club no comparte esa visión.

El veto de Ratcliffe: una advertencia tras los errores del pasado
Ratcliffe, que se ha mostrado inflexible con las decisiones deportivas desde que asumió el control parcial del club, no quiere volver a pagar millonadas por estrellas en declive. En su opinión, la operación con el delantero polaco de 37 años sería un déjà vu de los fichajes que marcaron negativamente la última década de los “red devils”: Cristiano Ronaldo, Varane, Cavani o Schweinsteiger.
El empresario británico considera que aquellos movimientos, aunque mediáticos, acabaron costando más de lo que aportaron, tanto en fichajes como en salarios desorbitados. “No lo considera viable”, afirma una fuente interna al Mirror. El mensaje, según varios medios británicos, fue claro: no se ficharán jugadores que ya hayan pasado su pico competitivo. Mientras tanto, Amorim —que aterrizó en Old Trafford con la promesa de reconstruir un proyecto joven y ambicioso— se ha encontrado con un muro institucional. Su deseo de añadir un goleador veterano que aporte jerarquía choca con la nueva política del club, basada en la sostenibilidad y el talento emergente.

El United apuesta por la juventud: Sesko, Cunha y Mbeumo, el nuevo tridente
El veto a Lewandowski también tiene un trasfondo deportivo. El United ya ha invertido más de 225 millones de euros en tres atacantes jóvenes: Benjamin Sesko, Matheus Cunha y Bryan Mbeumo. Con una edad media de 24 años, representan el futuro del club bajo la visión de Ratcliffe, que quiere construir un equipo con "hambre de gloria" y enfocado en el futuro”.
Sin embargo, los números no acompañan. Sesko, fichado por 76,5 millones del Leipzig, apenas ha marcado dos goles en diez partidos; Cunha, procedente del Wolverhampton por 74,2 millones, no termina de despegar; y Mbeumo, adquirido al Brentford por 75 millones, tampoco ha mostrado la eficacia que se esperaba. En ese contexto, la experiencia de Lewandowski parecía, para Amorim, la pieza perfecta para dar equilibrio a una delantera en formación. El técnico portugués considera que el polaco aún puede ofrecer dos temporadas de alto rendimiento, con su instinto goleador y su capacidad para arrastrar defensas. Pero el club insiste: los tiempos de los fichajes mediáticos han terminado.
La postura del Manchester United de descartar el fichaje de Robert Lewandowski ha sido un duro golpe para los planes del FC Barcelona. La directiva culé busca liberar la elevada ficha de Lewandowski —superior a los 600.000 euros semanales—, pero teme quedarse sin pretendientes de peso. Por los momentos, el Atlético de Madrid y clubes de la MLS han sonado como posibles destinos, pero nada firme se ha concretado. Por ahora, Lewandowski sigue en tierra de nadie, atrapado entre un Barça que ya no lo quiere y un United que no lo necesita.