España es campeona del mundo de baloncesto y todo gracias a un campeonato para quitarse el sombrero. La selección española supo sufrir, supo trabajar y también disfrutar. Y uno de los que acabó siendo diferencial para conseguir el oro fue Ricky Rubio, elegido MVP del torneo.

El base catalán ha reflexionado sobre su primer título Mundial en China en los micrófonos de RAC1: "Había soñado y había creído en eso. Podía pasar o no. Pero ya estaba preparado para que pasara. Lo visualicé". Un Ricky que se había puesto el reto de conseguir cosas grandes y no tener límites: "La vida me ha dado otra lección: no te pongas límites. Yo me ponía muchos límites y este campeonato me ha mostrado que si te pones los límites muy altos, ¿por qué no los puedes conseguir?".

Recordando la muerte de su madre y dedicándole el triunfo, ha explicado que aquel traumático momento "fue un despertar de golpe, una maduración muy rápida". Y ha confesado que la principal lección que aprendió entonces fue "luchar hasta el final".

Ricky Rubio campeón mundial basquet EFE

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Con meditación, que ha hecho durante 25 días seguidos, y también con constancia sobre la pista. "Este verano cada entrenamiento me lo tomé como un reto muy personal, de hacer alguna cosa muy grande. Podemos decir que hemos tenido suerte, pero todo pasa por una razón", ha explicado.

Además, ha afirmado que este éxito ha sido por la unión que se hizo dentro del vestuario y el corazón que tienen como grupo, porque "no somos los que tenemos más talento, ni los más altos, ni los más fuertes, pero somos un equipo y eso es muy difícil de tener". Cosa que Argentina, el rival en la final, también tenía, pero España fue superior.

Ahora, ya con una medalla de oro de campeón del mundo colgada del cuello tocará volver al trabajo de clubs. Y en la NBA la espera Phonenix Suns, su nuevo equipo, que Rubio considera como "un reto muy grande".