Todavía no hay nada decidido, pero el Girona pierde una ocasión de oro para dar un paso adelante en su camino hacia Europa. La Real Sociedad ha pasado por encima de los catalanes en un partido donde los bascos han desbaratado a base de golpes todas las esperanzas de los gerundenses. Y los goles de Canales, Januzaj, Oyarzabal y Juanmi han hundido la consistencia gerundense.

Remover la ilusión

El Girona siempre tiene aquel punto de equipo guerrero, que como buen debutante no tiene nada que perder contra el rival que sea. La incomodidad de un planteamiento típico de Pablo Machín ha seguido su camino en Anoeta, pero sin el efecto esperado. El once titular de los rojiblancos es siempre el mismo –con alguna variación puntual– y eso empieza a pasar factura. Una temporada es muy larga, y más en Primera división.

A pesar de la buena puesta en escena del Girona, sabiendo que la lucha por entrar en Europa les ofrecía una jornada propicia para dar un paso adelante, al final se ha convertido en una losa demasiado grande. Los gerundenses no querían perder opciones en alcanzar el nuevo sueño de quedar entre los siete primeros, pero la Real Sociedad, en una temporada más que discreta y sin jugarse nada, paso a paso y jugada a jugada ha ido sometiendo al Girona.

Por falta de concentración o por falta de fuerza, los vascos han sido los primeros en golpear. Canales ha hecho un centro-disparo para marcar el primer gol local en el minuto 11. Y en el 35 Januzaj ha marcado el segundo gol. El de la desilusión gerundense. 

Remar a contracorriente

La Real ha tenido más intenciones, más llegadas y más control durante todo el partido. Y eso ha hecho decantar el marcador. El Girona, tocado desde el principio, se ha querido estirar para sacar la cabeza y esperar la remontada, pero no ha tenido la contundencia demostrada hasta el día de hoy.

Siempre combativos, los catalanes han dado un paso adelante a partir de la segunda mitad, cuando han podido reponerse de las malas sensaciones iniciales, y han puesto en duda el dominio de la Real. El espíritu ha vuelto, las ganas han resurgido y la esperanza se ha hecho un sitio.

El Girona ha dado un paso adelante en Anoeta, pero cuando más se merecía el gol los vascos han resuelto el partido con el tercer gol. Oyarzabal ha hecho un doblete en el minuto 71 y en el 85, y el partido se ha acabado. El Girona todavía no quiere abrir los ojos porque aun quiere combatir por el sueño de Europa, pero ahora se queda con 44 puntos, todavía a dos del Sevilla que es séptimo.