Sufrimiento, euforia y tranquilidad. En el partido de vuelta de la eliminatoria entre el Real Madrid y el Nápoles disputado en el estadio de San Paolo ha habido todo tipo de sensaciones. Los italianos han completado una primera mitad de bandera que ha sido frenada por Sergio Ramos, el de siempre, al segundo tiempo.

El juego no ha sido vistoso ni ha sido entretenido. Ha habido fases de brillantez y alguna chispa del Madrid en forma de contragolpes. De ir todo de cara a favor del Nápoles, las impresiones han cambiado en sólo seis minutos y a pelota parada. El Madrid se ha clasificado y ha resuelto el contratiempo inicial del Nápoles.

Nápoles provoca un estruendo

Desde el segundo 1 que los italianos han salido a por todas. La derrota por 3-1 en el Bernabéu dejaba una rendija de esperanza a los napolitanos que han ido haciendo grande a medida que pasaban los minutos. Insigne, Callejón, Hamsik y Mertens han hacer traquetear el planteamiento del Madrid.

Ocasiones, llegadas y paradas providenciales de Keylor Navas para mantener a raya a los delanteros del Nápoles. La cosa no pintaba bien para los blancos y Mertens, el goleador, ha confirmado los malos presagios en el minuto 24 con el primer gol. El Madrid se ha atemorizado, Zidane ha sufrido y los italianos han seguido con la misma fe.

Los madrileños estaban un partido más totalmente desconocidos. Cristiano Ronaldo, Benzema y Bale parecían meros espectadores del partido. El dominio era de los locales y el estadio empujaba muchísimo. La ilusión podría haber aumentado con un palo de los italianos, después de uno de Ronaldo, que habría dejado el Madrid virtualmente eliminado. La primera parte ha estado del Nápoles ante un Madrid irreconocible.

Ramos, la esperanza de siempre

Pero si la primera mitad ha sido del Nápoles, la segunda ha estado más igualada, pero Sergio Ramos lo ha sentenciado. El resultado estaba en contra los intereses blancos hasta que el central andaluz ha aparecido en dos ocasiones.

Como siempre lo hace, de córner y de cabeza, Sergio Ramos ha marcado dos goles en dos jugadas en pelota parada. Si el Madrid es letal al contragolpe, y el Nápoles lo había frenado, la poca altura de los pequeños del equipo italiano no han podido parar al central goleador. En el minuto 51 y en el minuto 57 para cambiar el marcador en el estadio de San Paolo y dejar sentenciada la eliminatoria de octavos de final. Antes de acabar, Morata ha concluido con el repetido resultado de la ida.

El Madrid ha sufrido, no ha sido el mejor equipo con diferencia, pero es luchador como el que más. Efectivo y con los goles cuando tocaban, han pasado fácilmente a los cuartos de final de la Champions League. El Nápoles ya es historia para los blancos y el Madrid espera nuevo rival.