En su primera semifinal en la Champions, el Manchester City jugó a la defensiva, con miedo, sin tomar riesgos, como si confiara más en el encuentro de vuelta que el que jugaba en su campo. El Real Madrid, sin Cristiano Ronaldo, lesionado y duda para la vuelta, gozó de las mejores oportunidades de gol. Con empate a cero, el Madrid se ganó el papel de favorito para la final del 28 de mayo en Milán.

La noticia del Manchester City-Real Madrid no estuvo en el terreno de juego del Etihad Stadium sino fuera de él. La ausencia de Cristiano Ronaldo por una lesión en el bíceps femoral dejó el encuentro huérfano del mejor artillero de la Champions con sus 16 goles en 10 partidos. El Madrid perdió ataque y lo peor para el equipo blanco es que el portugués será duda para el partido de vuelta, el próximo miércoles 3 de mayo en el Bernabéu.

El miedo imperó en la primera parte

Con el Manchester City jugando a la defensiva pese a tener a la afición a favor, el Madrid se acomodó al encuentro. Y el que tenía que ser un duelo de ataques, con Kun Agüero y De Bruyne, por el lado inglés, y Cristiano y Benzema, por el bando madridista, acabó convirtiéndose en una semifinal en la que imperó el miedo por encima de la ambición por la victoria, especialmente por parte del equipo local, que acabó teniendo más problemas pese a su obsesión por defender el 0-0.

Por si fuera poco para restar calidad al encuentro, el ManCity perdió a los 40 minutos a David Silva, que sufrió una lesión muscular. A partir de entonces el equipo de Manuel Pellegrini fue más precavido, pensó más sus movimientos ofensivos. Tan pobre fue la labor atacante de los dos rivales, que la primera parte finalizó sin un tiro a puerta.

Sin Silva, no apareció Kun Agüero ni tampoco De Bruyne, y el Manchester City dio la imagen de un equipo sin iniciativa, y hasta sin ambición. Pellegrini, además, sustituyó a Navas para completar un equipo más defensivo, que acabó ofreciendo más oportunidades al Madrid.

Ocasiones blancas

El encuentro se animó un poco más en el segundo período. Al menos se abrió más. Quizás empujado por su afición, que no dejó de cantar, el ManCity quiso atacar, pero sin apenas éxito.

El Madrid, en cambio, que también perdió a Benzema en el descanso, encontró el juego que más se adaptaba al equipo que tenía en el campo. La única ocasión o el primer tiro a puerta fue un remate de cabeza de Sergio Ramos (54m.) tras un tiro de esquina lanzado por Kroos. El alemán también probó puerta (66m.), pero su disparo salió desviado.

Apretó el Madrid y a los 71 minutos le llegó su mejor oportunidad, cuando Carvajal puso un centro medido a la cabeza de Jesé que remató al travesaño. Después Pepe no pudo batir a Hart a los 82 minutos cuando estaba a pocos metros de él. Sólo sobre el final, Keylor Navas tuvo que esforzarse en un disparo de De Bruyne para enviar a córner. Triste balance para un equipo millonario.

Manchester City: Hart; Sagna, Kompany, Otamendi, Clichy; Fernando, Fernandinho, Silva (Iheanacho, 41m.), Navas (Sterling 77m.); De Bruyne y Agüero.

Real Madrid: Navas; Carvajal, Ramos, Pepe, Marcelo; Modric, Casemiro, Kroos (Isco 89m.); Bale, Benzema (Jesé 46m.) y Lucas.

Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amarillas a Silva, Pepe y Carvajal.