El desastre en el Santiago Bernabéu se ha difuminado gracias a un afortunado Cristiano Ronaldo, que se ha reencontrado con el gol en casa. El Real Madrid respira un poco consiguiendo los tres puntos y después de desesperar a todo el madridismo contra un Málaga rebelde (3-2).

Vuelve la efectividad blanca

El partido no ha sido ni brillante ni de dominios, pero sí que ha habido espectáculo. El festival goleador ha aparecido gracias a un Málaga crecido, que ha estrenado su registro goleador fuera de casa en la jornada 13 de la Liga Santander, y aprovechándose de una defensa blanca muy mermada.

Benzema ha visto portería casi sin querer para empezar moviendo el marcador. El francés se ha aprovechado de un travesaño de un ofuscado Cristiano Ronaldo y ha marcado antes de los diez minutos. Así ha dejado claro que los blancos no querían sorpresas. Pero la falta de estilo y de piezas, con la suplencia de Modric, ha provocado el caos.

El Málaga se ha estrenado lejos de la Rosaleda y ha hecho sufrir, y mucho, al Madrid. Rolan ha demostrado las carencias en defensa de los de Zidane en este inicio de temporada con el empate poco después de la diana de Benzema. Pero la efectividad blanca no ha tardado en llegar. Casemiro ha puesto paz cons el segundo gol blanco para cerrar una primera parte donde los andaluces no se han escondido.

Cristiano soluciona la papeleta

Sin engañar a nadie y siguiendo el nivel de las últimas semanas, el Madrid no estaba haciendo un gran partido. Tampoco de aquellos duelos dominadores. Ni de aquellos que el rival no juega –como en el pasado partido de Champions–. El Málaga ha empatado de nuevo y ha hecho peligrar alguna cabeza en la capital.

Y cuando el partido iba dirección a acabar con empate, ha saltado al terreno de juego Modric. El croata ha cambiado el ritmo, ha dado posesión, y las críticas que han aparecido los últimos días se han marchado de golpe. Modric crea, Modric deshace y Modric origina. El centrocampista blanco ha sido el protagonista del primer penalti del Madrid en la Liga desde abril. Recibiendo solo dentro del área, ha sido derribado y el árbitro no ha dudado.

Cristiano Ronaldo ha tenido la ocasión de sacarse la espinita del gol desde los once metros, y ni eso. El portugués ha errado la pena máxima, pero la suerte ha estado de su lado. Cristiano ha recibido el rechace del portero a sus pies y sólo ha tenido de fusilar con todo de cara. Ronaldo ha hecho el tercero y el partido se ha acabado. Segundo gol en esta Liga y primero en el Bernabéu.

Las malas sensaciones, el mal juego y el sufrimiento pasa a ser un clásico. Igual que el resultadismo que vuelve a ser el objetivo blanco. El buen fútbol ha pasado a ser una utopía del pasado. Finalmente tres puntos, alegría contenida y esperanza para recortar puntos a Barça o Valencia.