El FC Barcelona ha movido ficha este verano con tres incorporaciones de peso: Marcus Rashford como gran estrella, Joan García desde el Espanyol para la portería y Roony Bardghji procedente del Copenhagen. El atacante inglés llega para competir en las posiciones de extremo zurdo y mediapunta, pero su polivalencia podría abrirle un hueco inesperado. La lesión de Robert Lewandowski, que le hará perderse varios partidos al inicio de curso, abre una oportunidad en la delantera que Rashford no ha dudado en aprovechar.
El ex del Manchester United ya se habría ofrecido para actuar como delantero centro en este arranque de temporada. La propuesta ha sido bien recibida en el vestuario, especialmente por Lamine Yamal, que considera al inglés un atacante móvil y capaz de generar espacios en ataque. La visión coincide con la de Hansi Flick, que valora la capacidad de Rashford para atacar al espacio y su facilidad para adaptarse a distintos roles ofensivos.
Competencia feroz por dos puestos
En el plan inicial de Flick, el extremo derecho es territorio exclusivo de Lamine Yamal, mientras que la punta de ataque pertenece a Lewandowski. En la banda izquierda y la mediapunta, la competencia será máxima, con Raphinha, Fermín López, Ferran Torres y Dani Olmo luchando junto a Rashford por dos plazas en el once.
La polivalencia del inglés es un arma táctica que Flick quiere explotar. Si el rendimiento es alto como ‘9’ en este inicio de temporada, no se descarta que incluso con el regreso de Lewandowski, Rashford siga teniendo protagonismo en esa posición en partidos que requieran más movilidad que referencia fija.
Un debut que puede marcar tendencia
El reto de Rashford será adaptarse rápidamente al ritmo y las exigencias del Barça, en un entorno que prioriza la circulación de balón y la ocupación de espacios. Su capacidad para ofrecer desmarques y atacar en transición podría convertirse en un recurso clave ante rivales que jueguen con líneas adelantadas.
Por ahora, el contexto le es favorable: el técnico alemán quiere probar variantes, Lamine aprueba la idea y la lesión del ariete polaco le da vía libre para iniciar el curso como protagonista. Si responde con goles y trabajo colectivo, el debate sobre su posición ideal en el Barça podría quedar zanjado muy pronto.