El fichaje de Marcus Rashford por el FC Barcelona comienza a complicarse más de lo previsto. Aunque el delantero inglés sigue siendo una de las grandes prioridades de Deco y cuenta con el visto bueno de Hansi Flick, las posturas entre el Barça y el Manchester United están muy alejadas. El club inglés ha dejado claro que su intención no es dejarlo salir cedido, como propone la entidad azulgrana, sino cerrar una venta que supere los 40 millones de euros.
El Barça, por su parte, no está en condiciones económicas de afrontar esa operación a día de hoy. La idea de Deco y de la dirección deportiva es reforzar el ataque con una incorporación de primer nivel pero sin comprometer la ya delicada situación financiera del club. Por eso, desde hace semanas trabajan en la posibilidad de una cesión con opción de compra o una fórmula similar que permita incorporar a Rashford sin desembolsar una gran cantidad este verano.
Sin cesión, el acuerdo se enfría
El problema es que el United no contempla ningún tipo de cesión. En Old Trafford consideran que ha llegado el momento de abrir una nueva etapa en su proyecto deportivo y, si bien no han declarado a Rashford como transferible, sí están dispuestos a escuchar ofertas por él. Eso sí, siempre que esas propuestas cumplan con su tasación, que se sitúa entre 40 y 45 millones de euros.
El delantero ha perdido protagonismo en el equipo inglés durante la última temporada, y aunque aún tiene contrato hasta 2028, es consciente de que un cambio de aires podría ser positivo para su carrera. Su prioridad sigue siendo el Barça, como ha demostrado rechazando ofertas importantes de Arabia Saudí y de la Juventus. Su deseo de jugar junto a Lamine Yamal y formar parte del proyecto de Flick es firme, pero la situación económica de su posible destino está empezando a frenar la operación.
El Barça necesita tiempo… y margen salarial
Desde los despachos del Camp Nou se mantiene la esperanza de que el United modifique su postura en las próximas semanas, sobre todo si el jugador presiona para salir y si otros movimientos en el mercado obligan al club inglés a flexibilizar sus exigencias. Mientras tanto, el Barça sigue esperando poder activar la norma 1:1 para poder inscribir y fichar con más libertad.
En cualquier caso, la cesión sigue siendo la única vía que el Barça contempla seriamente para hacerse con Rashford. Si el Manchester United no abre la puerta a esta fórmula, el club catalán tendrá que virar hacia otras alternativas, como Rafael Leao o Antonio Nusa, que siguen en la agenda como planes B y C respectivamente.
Por ahora, Rashford se aleja del Barça, y todo dependerá de las próximas conversaciones entre clubes y, sobre todo, de la voluntad del propio futbolista para forzar su salida en las condiciones que pretende el club azulgrana.