El Barça vuelve a encontrarse en una situación que conoce muy bien: un talento joven explota, media Europa llama a su puerta y el club recibe una oferta millonaria que, en otro contexto, podría abrir un debate interno. Sin embargo, esta vez no hay dudas, ni fisuras, ni debates. Gerard Martín, uno de los nombres propios del momento en el conjunto azulgrana, ha dejado claro que quiere seguir, y el Barça ha respondido cerrando la puerta sin necesidad de renovar nada. El mensaje es simple porque no se negocia.
Gerard Martín, una aparición que lo ha cambiado todo
Lo del defensa de Esplugues es un caso paradigmático. Empezó la temporada como un recurso puntual y la ha continuado convirtiéndose en una pieza que Hansi Flick utiliza sin miedo en escenarios de máxima exigencia. Su rendimiento como central ha sorprendido incluso dentro del vestuario gracias a su seguridad, madurez, una lectura táctica impropia de su edad y la sensación de que cada balón dividido es suyo.
Ese nivel, inevitablemente, ha despertado miradas. Y la primera llegada ha sido contundente. El PSG, bajo la supervisión directa de Nasser Al-Khelaïfi, ha puesto sobre la mesa una oferta de 20 + 15 millones en variables, convencido de que Gerard Martín es un perfil ideal para rejuvenecer su defensa y proyectarlo hacia un futuro inmediato. En París lo ven como una oportunidad que no deben dejar escapar.
Pero en la ciudad condal la reacción ha sido la contraria y el Barça ni se ha sentado a escuchar. No ha habido ni una conversación informal para estirar el precio. La respuesta ha sido, literalmente, un no rotundo.
El Barça sabe que se quiere quedar
Gerard Martín, por su parte, tampoco ha dejado lugar a dudas. El joven central ha transmitido internamente que su única voluntad es seguir creciendo en el Camp Nou, que está en el mejor lugar posible para consolidar su carrera y que no contempla, ni a medio ni a largo plazo, una salida. Flick confía en él, Deco lo protege y la directiva ve en Gerard un jugador útil, de bajo coste salarial y con una proyección que encaja perfectamente en la reconstrucción del proyecto.
En este escenario, el PSG tiene poco margen de maniobra. Puede insistir, puede presionar y puede mejorar la oferta, pero en el Barça interpretan la situación como un caso cerrado. Ni el club quiere vender, ni el jugador quiere irse, ni Flick está dispuesto a perder a un defensa que le ha dado soluciones reales en un momento de máxima necesidad. Así pues, aunque el interés del PSG sea firme, todo apunta a que Gerard Martín seguirá vistiendo de azulgrana. Y en el Barça lo celebran como una victoria estratégica.
