El Chelsea ha comenzado dejando muy buenas sensaciones en la pretemporada, y el proyecto de Mauricio Pochettino promete dar muchas alegrías a la afición, que sufrió una barbaridad en la pasada campaña, debido a los irregulares resultados que obtuvieron. Por ello han vuelto a invertir mucho dinero en el mercado de traspasos, y en especial se han enfocado en el ataque, que es la demarcación donde demostraron tener más carencias.

Y por ahora, las cosas están funcionando a la perfección, ya que en pretemporada están arrasando, y en especial se ha visto una muy buena sintonía entre los tres jugadores que están destinados a formar el tridente ofensivo. El primero de ellos es Mykhaylo Mudryk, que llegó a Stamford Bridge en enero, después de pagar unos 100 millones de euros al Shakhtar Donetsk. Una inversión muy elevada, y que no pudo quedar amortizada en sus primeros meses.

No consiguió marcar ningún gol, y solamente dejó algunos detalles de su calidad y su increíble velocidad. Su adaptación a la Premier League fue más lenta de lo esperado, pero esta temporada apunta a sorprender a todos. De momento, en los amistosos que ha disputado hasta ahora ha dejado una imagen sensacional, demostrando el por qué llegó a estar en la agenda de entidades como el Arsenal, el Bayern de Múnich o el Real Madrid.

Junto al ucraniano, también debe de ser diferencial Christopher Nkunku, el refuerzo galáctico que Todd Boehly ha conseguido traer este verano. Aunque ya estaba cerrado desde prácticamente el año anterior, el anuncio de su aterrizaje fue un motivo de celebración para los ‘blues’. Y es que en las filas del RB Leipzig demostró ser uno de los mejores atacantes del planeta, e impresionó con sus estadísticas en las dos últimas ediciones de la Bundesliga.

Los 60 ‘kilos’ que han costado son una ganga, y esperan que se convierta en la referencia ofensiva, a diferencia de Timo Werner, que llegó en una situación idéntica, y fue un fracaso estrepitoso.

Nicolas Jackson, el sucesor de Didier Drogba

Para acabar, Pochettino también pidió a Nicolas Jackson, que irrumpió con fuerza en los últimos choques que disputó con el Villarreal, y ha comenzado con muy buen pie durante sus primeras semanas en el Chelsea. De hecho, ha sido comparado con Didier Drogba por sus habilidades.

Ha costado 37 millones, lo que eleva el gasto de los ingleses hasta los 200 ‘kilos’ para formar este trío ofensivo con el que contará el técnico argentino para pelear con el Manchester City, el Manchester United o el Liverpool por el liderato.