La destitución de Xabi Alonso está sobre la mesa del Real Madrid. Los sensacionales resultados que obtuvo durante el inicio del campeonato le servían como aval, y era el argumento que Florentino Pérez utilizaba para defenderle de las críticas. Sabía que había una importante decepción entre los líderes de la plantilla por sus métodos y su complicado carácter, pero la increíble racha en la cual se encontraban servía para justificar sus decisiones.
Ahora, en cambio, las cosas han cambiado. El equipo se encuentra en una racha preocupante, con una sola victoria en los últimos cinco duelos, y dejando unas sensaciones pésimas. Tampoco ayudan las quejas de estrellas como Jude Bellingham, Fede Valverde o Vinícius Júnior, que han provocado que existan muchas dudas con el proyecto. Y ya han comenzado a especular con un posible cambio en el banquillo del Santiago Bernabéu.
Si el técnico vasco no es capaz de enderezar el rumbo y de encontrar una solución a los problemas que existen, es evidente que el presidente tendrá que intervenir. No se pueden permitir hundirse a mitad de curso, y tienen que reaccionar cuanto antes. Así que los siguientes partidos serán finales, donde no hay margen de error, y no está permitido fallar. El problema es que el calendario que tienen por delante no es precisamente el más asequible…
Porque esta semana tendrán dos rivales muy duros, como el Athletic Club de Bilbao y el Celta de Vigo. Ambos participan en competiciones europeas, y pese a que no están en su mejor momento, cuentan en sus filas con futbolistas de primer nivel. No obstante, el examen más exigente para el Madrid llegará la siguiente semana, con la sexta jornada de la fase regular de la Champions League, donde se verán las caras con un rival directo como el Manchester City.
Los ingleses también están dejando dudas, pero nadie puede discutir el potencial ofensivo que tienen. Aparte, también llegan con la necesidad de conseguir los tres puntos, para entrar de nuevo en el top 8.
Pep Guardiola puede ser el responsable de la destitución de Alonso
Casualidades del destino, Pep Guardiola puede convertirse en el verdugo de Alonso, y en el responsable de su despido en el Madrid. Una historia curiosa, considerando que es uno de sus mentores.
Y es que fue su uno de sus últimos entrenadores antes de colgar las botas, coincidiendo en las filas del Bayern de Múnich.