Las declaraciones de Francesco Bagnaia al finalizar el Gran Premio de Austria no dejaron a nadie indiferente. Llegaba al Circuito del Red Bull Ring con muchas expectativas, después de haber trabajado mucho durante las vacaciones de verano, para poder estar al 100%. Y esperaba reivindicarse y recuperar la confianza en sí mismo en una pista donde había logrado ganar en las tres últimas ediciones, demostrando que no se le ha olvidado pilotar.
Durante los entrenamientos y en la qualy exhibió un buen ritmo, y logró salir en tercera posición, solamente por detrás de Álex Márquez y de Marco Bezzecchi. Pero las cosas no podrían haber salido peor, ya que en la Tissot Sprint tuvo un problema en la salida, y cometió varios errores más que le relegaron a la última plaza. Así que se acabó retirando antes de tiempo, y sin conseguir ningún punto. Y el domingo tampoco tuvo mucha más suerte.
Porque no pudo pasar de la octava posición, quedándose muy lejos del podio, y a casi 13 segundos del ganador, su compañero de box en el Ducati Lenovo Team, Marc Márquez. Con este resultado, pierde de nuevo 29 puntos más con respecto al ‘93’, y se sigue alejando de la pelea por el título de MotoGP. Y la distancia ya parece absolutamente insalvable, de 197 puntos, que provocan que el campeonato esté sentenciado, aunque sigan quedando muchas carreras.
Bagnaia mostró su decepción en rueda de prensa, y afirmó que en Ducati estaban obligados a darle una explicación. De nuevo, culpó a la Desemosedici GP 25 de sus discretas actuaciones este año, en el cual tan solo ha podido ganar una prueba, y se ha quedado fuera del podio en múltiples ocasiones. Y cuestionó el trabajo que el equipo de ingenieros, liderado por Gigi Dall’Igna, ha realizado en los últimos meses, ya que no ha visto ninguna mejora. De hecho, tan solo ha ido a peor.
Unas palabras que no gustaron nada en la marca de Borgo Panigale, y que provocaron que ‘Pecco’ fuera regañado. Así que le han obligado a rectificar.
Bagnaia hace autocrítica
No sabemos si ha recapacitado, o si ha cedido ante las presiones, pero Bagnaia ha decidido hacer autocrítica, y dejar de culpar a Ducati. “En aquel momento estaba cabreado. Llegas al set de entrevistas y te encuentras con más de 20 personas preguntándote lo mismo. Fue culpa mía” dijo el turinés.
“Después hablé con el equipo, como lo hago los lunes después de cada Gran Premio, y lo arreglé. Nadie se sintió ofendido, y me reconocieron que tampoco es fácil para ellos, que hacen lo que pueden para darme una moto con la que me sienta cómodo” sentenció el ‘63’.