Al Real Madrid le ha salido un problema con Andriy Lunin. Carlo Ancelotti está contento con la actitud del guardameta de 24 años, pero cree que no ha estado a la altura de las exigencias cuando le ha tocado jugar, y que su evolución ha quedado estancada. No le beneficia tener por delante a Thibaut Courtois, y no tiene absolutamente ninguna posibilidad de ser titular o de disponer de minutos mientras el belga siga en el equipo.

De modo que lo mejor que puede hacer el ex del Leganés, del Oviedo, del Valladolid o del Zorya Luhansk es marcharse. Una idea que apoya Florentino Pérez, que prefiere traspasarle ahora, antes de que se marche totalmente gratis en 12 meses, cuando finaliza su contrato. Sin embargo, se han encontrado con la negativa del internacional ucraniano, que se muestra muy cómodo con la vida que tiene en la capital de España, y por ello no piensa en salir.

Prefiere respetar el vínculo que tiene firmado, y seguir cobrando un salario elevado por estar en el banquillo, antes que ser titular en otro conjunto donde perciba menos dinero, y no pueda competir por títulos ni disputar la Champions League. Esto ha provocado que se convierta en un dolor de cabeza enorme, y que sea considerado como la nueva ‘oveja negra’ que hay en el vestuario del Santiago Bernabéu, donde ya han conseguido dar salida a Jesús Vallejo, a Eden Hazard y a Mariano Díaz, y están muy cerca de encontrar un comprador para Álvaro Odriozola.

Esto deja a Lunin como el único miembro de la plantilla que ha sido señalado para salir, y que se resiste a hacerlo. De hecho, en el Madrid ya tienen identificado a su sustituto, y cerraron un acuerdo con él cuando finalizó el pasado curso. Nos referimos a David Soria, que fue uno de los mejores arqueros de La Liga Santander, y demostró un nivel sublime en las filas del Getafe, siendo uno de los principales responsables de la salvación de su equipo.

Y mucha gente pide a Luis de la Fuente que lo convoque para la selección española. Hay clubes de la Premier League y de la Serie A que se han interesado por su situación, pero el arquero de 30 años espera pacientemente a Florentino Pérez.

Su sueño es llegar al Madrid, donde pasó por las categorías inferiores, y confía en que se acabe haciendo realidad. Pero ahora mismo, todo depende de Lunin.