Se han cumplido los peores pronósticos posibles. El FC Barcelona ha informado que Ousmane Dembélé sufre una desinserción del tendón del bíceps de la rodilla derecha y tendrá que pasar por el quirófano.
La lesión, que el extremo blaugrana sufrió en la segunda parte del Hungría-Francia, hará que Dembélé esté un mínimo de 4 meses en la enfermería, un contratiempo enorme en la planificación deportiva del Barça.
Dembélé saltó al terreno de juego en el minuto 57 y solo media hora después tuvo que abandonarlo al notar unas molestias. En un principio parecía que se trataba de un problema en los isquiotibiales, pero después se supo que la lesión había sido en la rodilla derecha.
La Federación Francesa de Fútbol emitió un comunicado confirmando que el jugador del Barça se perdería lo que queda de Eurocopa, lo que provocó que en el club blaugrana se encendieran todas las alarmas. "Ousmane Dembélé fue sometido a exámenes radiológicos el domingo por la noche en el hospital de Budapest. Los tiempos de recuperación son incompatibles con su retención en el grupo que actualmente juega la UEFA Euro 2020", afirmó la FFF.
El traspaso de Dembélé: de factible a imposible
Con una situación económica crítica y una masa salarial por las nubes, el plan del FC Barcelona era aprovechar el buen final de temporada de Dembélé para realizar un buen traspaso o un intercambio. El extremo, además, estaba rindiendo bien con su selección, lo que hacía presagiar un aumento de pretendientes.
Sobre la mesa seguía estando el interés del Manchester United, que el verano pasado ya intentó hacerse con los servicios de Dembélé, al que se habían añadido otros clubes de la Premier League.
La renovación de la discordia
Con un contrato que expira el 30 de junio del 2022, el Barça ya le había hecho saber al entorno de Dembélé que sobre la mesa tenía la opción de salir traspasado o de renovar, siempre que el jugador se adaptara a la nueva escala salarial que la dirección deportiva blaugrana quiere imponer para calibrar la balanza económica.
En un principio, Dembélé se mostró reacio a renovar a corto plazo, lo que llevó al Barça a plantearse seriamente su venta, sobre todo porque es de los pocos jugadores por los que se esperaba sacar una buena cantidad.
Ahora, en la enfermería hasta finales de octubre y con su pésimo historial médico, todo indica a que ningún club dará el paso. La planificación acaba de sufrir un duro revés.