Una de las pocas caras nuevas que llegaron al Barça en el pasado mercado estival fue la de Íñigo Martínez. Ya hacía tiempo que se especulaba con su llegada, y no fue la primera vez que mostraron interés en su incorporación. Porque fue una de las primeras peticiones que Ernesto Valverde realizó cuando llegó al club, en verano de 2017. En ese momento, defendía los colores de la Real Sociedad, pero optaron por descartar esta operación, debido a su precio.
Además, no le veían necesario. Y pocos meses después, recaló en el eterno rival de los ‘txuri urdin’, el Athletic Club de Bilbao, para llenar el vacío que había dejado Aymeric Laporte con su marcha al Manchester City. En 2022, ya con Xavi Hernández en el banquillo y Joan Laporta en la presidencia, desde el Camp Nou volvieron a contactar con el entorno del internacional español. Y dejaron cerrado un acuerdo, que no se pudo acabar de concretar.
En San Mamés se negaron a negociar por una de sus estrellas, y los azulgranas acabaron reclutando a Jules Koundé. Pero Mateu Alemany y Deco acordaron con el vasco que finalmente se incorporaría el anterior verano, momento en el cual pasó a ser agente libre, y no tuvo ningún tipo de coste. El entrenador egarense estaba convencido de que era necesario, pese a que ya tuviera a sus órdenes a Ronald Araújo, a Andreas Christensen, a Marcos Alonso o a Eric García.
Y el tiempo acabó dando la razón al ex del Al-Sadd, pues cuando Íñigo pudo ser inscrito en La Liga EA Sports, dejó muy buenas sensaciones. Sus primeros partidos con el Barça fueron realmente positivos, y se ganó la titularidad con actuaciones magníficas. Pero una lesión frenó su progresión cuando estaba en el mejor momento, y no ha vuelto a ser el mismo. Se ha contagiado por al pobre nivel de sus compañeros, y él también ha decepcionado.
Martínez se encuentra lejos de su 100%, y también ha cometido errores graves, siendo incapaz de ayudar a que recuperen la solidez defensiva que mostraron en el pasado.
Laporta se cansa de Íñigo, pero Xavi insiste en que juegue
Laporta empieza a estar cansado de las prestaciones de Íñigo, quien es uno de los señalados en el Barça. Además, pronto cumplirá los 33 años, y ya no tiene margen de progresión. Pero Xavi insiste en seguir colocándolo en la alineación, y se espera que tenga muchos minutos hasta final de curso.
Aunque cuando se produzca el cambio de entrenador, el futuro de Martínez pasará a ser una incógnita…