Anna Targa (La Bisbal d'Empordà, 1989) es veterinaria en una cooperativa lechera y a partir del 12 de mayo, podría ser diputada en el Parlament de Catalunya después de que Esquerra Republicana la haya fichado para las listas del partido por Girona. Targa, que va a la quinta posición de la lista, trabaja día tras día en hasta una cincuentena de granjas de toda la zona, que ahora podría representar. Targa es un fichaje de ERC para estas elecciones y se estrena en el mundo de las campañas, los actos y las reuniones. Por eso explica que si bien "la conciencia política siempre había estado allí", tenerla y dar el salto a unas listas -como independiente en su caso, ya que no es militante- es una cosa bien diferente.

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Aunque cuando pensamos en el sector primario el primero que nos viene en la cabeza es un campesino o un hortelano, Anna, como veterinaria en granjas de vacas lecheras también forma parte de él. Si bien ella es del Baix Empordà, que la eligió como representante en la lista, trabaja a hasta una cuarentena de granjas de las comarcas gerundenses, hecho que le permite conocer a gente de toda la zona, así como sus preocupaciones. 

Es este sector, ahogado por la burocracia y por las restricciones de la sequía, que protagonizó una gran revuelta al principio de febrero, cuando la legislatura ya se acercaba a su final. Anna participó, aunque no llegó hasta Barcelona, como otros de sus compañeros que entraron en la ciudad con tractores. Como veterinaria lechera conoce a la perfección los motivos de estas manifestaciones: "Cuando decimos que hay problemas de burocracia sé perfectamente que quiere decir por qué soy yo la que estoy horas delante del ordenador" reflexiona y describe aquellos días de febrero como unas jornadas muy importantes no solo para hacer llegar sus reclamaciones a la administración sino para que la gente del sector se pudiera escuchar a si misma.

Un altavoz por su sector

Targa, que se estrena en política con esta aventura que la puede llevar al Parlament, está agradecida a Esquerr  por  el hecho de que la candidatura liderada por Laia Cañigueral le ha dado total libertad y le ha pedido explícitamente que sea "ella misma". "Me dicen: 'Sé tú misma. La riqueza que tenemos es que eres tú y que no vienes a reproducir un discurso ya aprendido'", señala por teléfono, remarcando que ahora está "cero contaminada" y que se siente con la libertad de decir lo que piensa.

Ocupa la quinta posición a las listas, un número que tanto puede suponer acabar consiguiendo el acta de diputada como quedar fuera. Su objetivo no solo es ser parte de la candidatura sino, efectivamente, tener un escaño en el Parlament, aunque defiende que si eso acaba pasando, no quiere dejar de trabajar como veterinaria. Sabe que tendrá que reducir horas y la carga de trabajo, pero no quiere desconectar de la realidad que ha defendido a la cámara catalana: "Si no, no tiene sentido estar en el Parlament". En las pasadas elecciones, ERC sacó a 4 diputados por Girona, pero hasta el número 8 de las listas para el 14-F ha acabado siendo diputado porque los electos renunciaron al acta. Si pasa de nuevo el mismo, Targa dejará (al menos algunos días a la semana) las granjas gerundenses, por el Parlament de Catalunya.