Exhibición de Rafael Nadal para seguir caminando hacia su undécimo título en el Barcelona Open Banc Sabadell. El mejor tenista del mundo ha necesitado una hora y 18 minutos para superar a Guillermo García-López (6-1 y 6-3) y plantarse en los cuartos de final. Allí ya espera a Martin Klizan, que se ha deshecho sin problemas de Feliciano López (6-1 y 6-2).

Derecha poderosa

Nadal, que no acabó con buenas sensaciones su debut contra Roberto Carballés, ha salido sobre la tierra batida de la pista central del Real Club Tenis de Barcelona con ganas de cambiar la tendencia. Su inicio, basado en su derecha, ha sido fulgurante. La pelota corría y la gente se divertía. García-López ha conseguido mantener su servicio antes de que se desencadenara la tormenta (1-1).

En el intercambio de dejadas, el tenista mallorquín ha encontrado un aliciente para catapultar su tenis. Con el balear enchufado, el partido se ha convertido en un monólogo. El servicio de Nadal ha empezado a envenenarse para darle toda la iniciativa. Un dominio que ha cristalizado con el primer break (3-1).

Nadal ha conseguido consolidar la ruptura con las mismas armas: haciendo correr la pelota sin negociar ningún esfuerzo. Era un jugador diferente al que ganó contra Carballés. Más dinámico, más acertado. El resultado ha dado alas al número 1 del mundo para que cerrara el primer set basándose en un revés que buscaba las líneas (laterales y de fondo). Entre 'olés' del público y bajo un sol de justicia, el mallorquín ha cerrado la primera manga en sólo 34 minutos.

Un espejismo

Los cuartos de final se abrían para un Nadal que ya había hecho lo más difícil. García-López, número 69 del ranking ATP, tenía que maquillar el resultado final. El partido, sin embargo, seguía la misma dinámica. Los puntos siempre caían de la misma banda. Y era arriesgado predecir un cambio.

Nadal, en su versión más letal, ha encadenado 9 juegos sin que el rival pudiera levantar la voz ni la raqueta. Con el 4-0 en el segundo set, García-López ha demostrado amor propio con un parcial de 0-3, rompiendo el servicio y consolidándolo desde e fondo de pista.

La reacción ha sido un espejismo. El manacorense ha vuelto a conectar diferente pelotas ganadoras, casi todas con su derecha, para mitigar cualquier intento de rebelión y situarse 5-3 para restar y ganar el partido. Con empate en el noveno juego, un error forzado de García-López ha desnivelado la balanza y el partido.

Nadal sigue disfrazándose de extraterrestre después de ganar su undécimo Masters 1000 en Montecarlo. Y lo hace con un récord: 40 sets consecutivos sin perder sobre tierra. Una brutalidad.