Garbiñe Muguruza sigue intimidando sobre la tierra batida de París. La tenista española, tercera del mundo, ha atropellado a Maria Sharapova por 6-2 y 6-1 en una hora y diez minutos y se citará en las semifinales de Roland Garros con Simona Halep, mejor raqueta del mundo, después de que la rumana haya superado a la alemana Angelique Kerber en tres sets (6-7,6-3 y 6-2).

Sharapova ha sufrido en primera persona el estado físico pletórico de Muguruza, que está brillando en el segundo Grand Slam de la temporada. La tenista rusa ha abierto los ojos cuando ya perdía el primero set por 4-0. El tenis de Muguruza era imposible de contener. Su juego en la red, definiendo con éxito en las seis ocasiones que ha abandonado la línea de fondo, y su acierto restando (58%) ha deprimido a una Sharapova que intentaba coger aire con dejadas que eran una moneda al aire.

El juego de pies de Muguruza, más ágil que en los primeros torneos sobre tierra, ha sido clave para mantener los breaks y aumentar las ventajas. Sharapova se perdía en errores no forzados (27). Las tres derrotas de la española en los tres precedentes contra la rusa eran cosa del pasado. En el segundo set, Muguruza ha encadenado seis juegos para cerrar el partido, evidenciar un relevo generacional y encargar, de nuevo, el número 1 del ATP.

Muguruza, a los 24 años, tiene a su alcance recuperar el trono del tenis femenino. La eliminación en octavos de final de la danesa Caroline Wozniacki deja a la tenista española a sólo una victoria de convertirse en la mejor raqueta del mundo. El objetivo, sin embargo, no es superar las semifinales y sí repetir el título que ya levantó el año 2016.