Luka Modric puede ver como su protagonismo en el Real Madrid queda reducido de forma drástica por culpa de la incorporación de Jude Bellingham. El astro inglés está siendo una de las sorpresas positivas de la pretemporada, y el propio Carlo Ancelotti ha reconocido que sus expectativas han quedado superadas. No podía imaginarse el talento y la madurez del centrocampista de 20 años, que no ha acusado el salto que ha dado este verano.
Desde el primer día se ha integrado a la perfección, y no ha necesitado de ningún periodo de aclimatación. Juega con la personalidad y con la madurez de un veterano a pesar de su edad, y ha comenzado a justificar la inversión que Florentino Pérez ha realizado por él. Todavía tendrá que demostrar su nivel en los partidos, pero en las sesiones de entrenamientos está haciendo méritos para ser considerado como titular indiscutible.
Y esto deja al capitán de la selección croata en una situación muy complicada. Porque todo hace indicar que será el principal damnificado por la contratación del ex del Borussia Dortmund y del Birmingham City, y que deberá de ceder su lugar en las alineaciones. Así que tiene dos opciones: la primera es aceptar una pérdida considerable de protagonismo, y asumir que por primera vez en mucho tiempo, no será una de las referencias en el Santiago Bernabéu.
Por lo tanto, en muchos choques trascendentales comenzará desde el banquillo, y se deberá de conformar con jugar en partidos sin excesiva importancia, o entrando como revulsivo en los minutos finales. Y la segunda es abandonar el Madrid, y marcharse a un destino exótico para colgar las botas, pese a que siempre ha manifestado que su deseo y su prioridad es la de retirarse en la capital de España, donde se encuentra muy cómodo, y es muy valorado por la afición.
Aunque renovó su contrato hace solamente unas semanas, Modric todavía tiene ofertas procedentes de Estados Unidos y de Qatar.
Florentino Pérez abrirá las puertas a Modric si lo pide
Florentino Pérez prefiere que Modric siga a las órdenes de Ancelotti, aunque entendería perfectamente que decidiera marcharse a otro conjunto y salir del Madrid. En caso de que lo pida, le abrirá las puertas y pondrá todas las facilidades posibles, como muestra de agradecimiento.
Bellingham puede ser el responsable de que se produzca otra marcha dolorosa, que se sume a la de Karim Benzema.