Ya puede venir Coutinho, Yerry Mina o quien quiera, pero Messi manda como quiere y decide los partidos juegue con quien juegue. El Barça soluciona los octavos de final de la Copa del Rey con una majestuosa vuelta contra el Celta de Vigo en el Camp Nou (5-0).

Messi hace y deshace

Treinta son los minutos que Messi ha tardado en sentenciar y resentenciar una abierta eliminatoria que en el Camp Nou no ha tenido color. Ya nadie piensa en 180 minutos, sino en qué momento aparecerá el '10'. Porque ya pueden venir grandes nombres como Coutinho o esperanzas de futuro como Yerry Mina, porque el argentino lo tiene toda en la cabeza.

Messi piensa siempre antes que el resto, sabe situar a todos sus compañeros en el campo, y sólo ve que oportunidades. Pero para los éxitos colectivos se necesitan socios, y Messi lo ha encontrado esta noche en Jordi Alba. Asistencia de Alba y gol de Messi en el minuto 13. Dos más tarde se repite la historia y los protagonistas. Y en el 28 se intercambian los papeles.

Antes de la media hora de partido el Barça liderado por Messi ha dejado al Celta desencajado. Los gallegos han perdido el norte y no han sabido reponerse de las genialidades del argentino. Messi ha repartido juego, ha repartido goles, ha creado obras de arte, pero sobre todo ha hecho fútbol. Y para rematarlo, dentro del desconcierto propio del resultado, el Celta se ha despistado en el minuto 31 y Luis Suàrez, pillo como pocos, ha aprovechado un error del rival para matar el partido.

Descanso necesario

El Barça lo ha dejado todo resuelto. Después de una primera mitad increíble, demostrando los límites de su juego de posesión y posición, ha empezado a pensar en el futuro. La exigencia del mes de enero y febrero ha tomado el protagonismo.

Piqué ya se ha quedado descansando en la media parte, y Messi ha tardado quince minutos en dejar su sitio a Dembélé. Iniesta ha sido sustituido por Arnaiz. Y a partir de aquí, un cambio total del encuentro.

Los blaugrana han perdido balón, pero han ganado en espectacularidad. Luis Suárez se ha quedado de '9' puro y Dembélé ha tenido espacio para correr sin presión. Desde este momento el Barça ha apostado el modelo de las transiciones y de la velocidad. Rakitic ha completado la manita al final tras un córner centrado por el francés.

El Camp Nou ha vibrado y ha acabado con una sonrisa en la fría noche de Barcelona. El Barça ha trastocado al Celta gracias a un Messi superlativo y ya espera rival para los cuartos de final.