La conocida como Silly Season en la F1 se da por iniciada, pero, en esta temporada, las informaciones que vienen copando las portadas de los medios de comunicación están surgiendo desde los primeros meses del curso. Primeramente, porque fue a partir del GP de Miami cuando el rendimiento de Checo Pérez cayó en picado y la brecha de puntos que lo separaba de Max Verstappen pasó de 0 a superar los 100 llegados al parón estival.

No obstante, aparte de Red Bull, el equipo donde, en este caso, más hostilidades hay es Ferrari. Carlos Sainz y Charles Leclerc vienen protagonizado la versión más tóxica de una competencia y, hay que decirlo, también más desequilibrada. Ferrari no ha demostrado más que su neutralidad está sesgada en favor de Leclerc y, carrera tras carrera, el resultado de Sainz se ve claramente perjudicado por la gestión de su domingo desde el box.

Carlos Sainz y Charles Leclerc en el GP de Austria / Foto: EFE
Charles Leclerc y Carlos Sainz, en este orden, sobre el asfalto del Red Bull Ring en el GP de Austria / Foto: EFE

Carlos Sainz y Charles Leclerc, situación insostenible

Ya se venía informando desde principios de temporada de que el preferido del equipo era el monegasco y, acreditado por su buena prensa y su buena fama, era el piloto estrella por encima de Carlos Sainz. No obstante, el madrileño, hasta el GP de Bélgica, es decir, durante toda la primera mitad de la temporada, ha estado por delante de su compañero de equipo en el Mundial.

Mientras tanto, Planet F1 ha revelado este sábado que Leclerc habría renovado con Ferrari hasta 2026, con la opción de prolongar este vínculo hasta la temporada de 2029. Esta información ilumina todavía más el futuro que, presumiblemente, ya dejaba ver que sería el '16' el escogido para seguir corriendo de rojo y el '55' el sacrificado.

Carlos Sainz GP Austria toalla / Foto: Europa Press - Floreciente Gooden
Carlos Sainz, al acabar el GP de Austria / Foto: Europa Press - Floreciente Gooden

Sea como sea, quizás la decisión de la cúpula ferrarista acaba siendo un buen negocio para Carlos, ya que, según han apuntado algunas publicaciones, un Carlos Sainz en busca de volante podría caer en el asiento de un Pérez que, a pesar de las negaciones de Red Bull, está en la cuerda floja de la escudería austríaca.

Checo Pérez tiene muy difícil revertir la situación

Evidentemente, la intención de Red Bull es que la hegemonía de Max Verstappen la defienda su escudero en la segunda posición y que, tanto en pista como en estrategia, lo pueda defender para que el neerlandés siga ganando. No obstante, desgraciadamente para los intereses del mexicano, el único doblete reciente de la marca energética fue en Spa, propiciando que Pérez se marchara de vacaciones un poco más tranquilo, pero recordándole a Red Bull que hacía mucho más tiempo del que debería que no subía al podio.