Marc Márquez quiere colarse en la fiesta de Jorge Martín y Pecco Bagnaia en el Mundial de MotoGP

Abróchense los cinturones, o mejor dicho... pónganse el casco, porque ya empieza a escucharse el ruido de los motores, el olor a asfalto y a goma quemada, ya se están desplegando las banderas a cuadros, ya llegan las semanas de Gran Premio... y de nervios a flor de piel. El Mundial de MotoGP ya ha arrancado de forma oficial, con las ruedas de prensa previas al inicio de la primera gran cita del año, y los pilotos están a escasas horas de salir a pista para disputar los primeros entrenamientos libres de una temporada que promete ser apasionante.

Y es que son muchos los alicientes que nos ofrecerá esta nueva campaña, que metidos y agitados en la coctelera, harán de ella una de las más esperadas en los últimos años y una de las más apasionantes. El principal protagonista, y sobre el que están puestas todas las miradas, será Marc Márquez. El '93', con sus ocho títulos a las espaldas, por primera vez en casi una década, correrá bajo unos colores diferentes a los de Honda. Será con el Gresini Racing, donde se reencontrará con su hermano Álex y equipo que le pondrá la mejor moto de la parrilla, la Desmosedici, aunque sea la satélite. Un hecho que le permitirá sumarse a la fiesta por el título, que el año pasado protagonizaron Pecco Bagnaia y Jorge Martín y que este año volverán a repetir.

Márquez está listo para sorprender

La 23ª temporada de MotoGP, desde que dejó atrás la era de 500cc, quedará marcada en la historia, ya solo por el simple hecho del movimiento del piloto ilerdense. Pero es que, además, el calendario de este año será el más extenso hasta la fecha, con 21 Grandes Premios en el transcurso del año, cuyo primer anfitrión será Qatar. El circuito de Losail tendrá el honor de ser el primero en ver al '93', ya totalmente listo y adaptado a su nueva montura, pilotar con una marca distinta a la del ala dorada.

Ya no es momento de pruebas, la pretemporada invernal y los tests ya han quedado atrás y, a partir del viernes, los errores se pagarán muy caros. Ducati volverá a ser el gran rival a batir, sobre todo, en las ruedas de Bagnaia y Martín, con su Desmosedici GP24, pero con especial atención a Marc, que ya ha dejado atrás los problemas con la montura de Gigi Dall'Igna y que sabe que no le hará falta ponerse la capa de superhéroe para luchar por las posiciones delanteras, con una moto cuyas prestaciones le permitirán arriesgar más con muchos más resultados.

Y es que el piloto de Cervera siempre ha demostrado ser mucho más eficiente y competitivo en las carreras, que en su puesta a punto. Así pues, el ilerdense, que va en busca de su noveno entorchado de MotoGP, tratará de igualar a Valentino Rossi y convertirse en el primero en lograr un campeonato con una moto satélite. Para ello, deberá entrometerse en la 'guerra' de Bagnaia y Martín y aprovechar la disputa 'fratricida' y colarse por cualquier rendija que encuentre, aunque no será el único invitado, Enea Bastianini es otro de los pilotos a tener en cuenta, además de Álex Márquez y los pilotos del Pertamina Enduro VR46 MotoGP Team, Bezzecchi y Di Giannantonio.

Aprila se convierte en la gran alternativa

Los tests de pretemporada han dejado clara la alternativa a los de Borgo Panigale. Otra marca italiana como Aprilia ha emergido, gracias a su constante evolución, como una opción para cortar la hegemonía de los rojos. Aleix Espargaró es el primer espada de los de Noale, seguido de un Maverick Viñales que buscará batir un récord en la era de MotoGP, si consigue una victoria con los italianos será el primero en hacerlo con tres marcas distintas, nada mal.

El piloto de Granollers, que acabó en tercer lugar en los últimos tests, se ha mostrado muy contento con su moto, a pesar de su falta de potencia. Il capitano es la principal esperanza de los de Noale, a la espera de que el piloto de Roses acabe de destapar todo su potencial. En Aprilia saben que los de Borgo Panigale siguen un paso por delante, pero no pierden la esperanza con poder dar una auténtica sorpresa.

KTM tiene mucho que decir con Pedro Acosta

KTM, a tenor de lo visto la temporada pasada, es la única capaz de seguir el ritmo de los más rápidos, sobre todo en la moto de Brad Binder. El potencial de los austriacos es mucho mayor de lo mostrado en los tests, y el sudafricano será uno de los principales agitadores de este Mundial, al igual que lo hiciera el año pasado, con la espinita de no haber logrado ninguna victoria, a pesar de tener ritmo para hacerlo. Los de Mattighofen no han puesto toda la carne en el asador, y empezarán a quemar sus cartuchos a la hora de la verdad.

Además, que tendrán en sus filas a una de las grandes promesas del motociclismo, Pedro Acosta, que le añadirá picante al campeonato. El murciano será el único rookie de la parrilla y debutará de la mano del GasGas Tech3, donde ya ha demostrado estar más que preparado. Hay que tener paciencia con él, pero el tiburón de Mazarrón está llamado a hacer grandes cosas y su primer año en la categoría le puede encumbrar.

Yamaha y Honda, pendientes de las concesiones

Las marcas japonesas de la parrilla son las que más problemas y dudas van a tener. Yamaha, al igual que el año pasado, sufre a la hora del time attack, y es que las M1 de Fabio Quartararo y Álex Rins, no permiten exprimir el neumático blando al máximo. Un hecho que dificultará a los de Iwata colocar a sus pilotos en las posiciones delanteras, puesto que a pesar de tener un motor potente, en una era dominada por la aerodinámica, que supone un problema añadido para adelantar, la posición inicial es más importante que nunca.

La moto, como comentábamos, corre, pero los grandes apuros de la M1 de Yamaha llegan con el agarre del neumático trasero a la salida de las curvas, una cuestión que deberán solucionar, porque por ahí pasan todas las opciones de los japoneses para retener a un Quartararo harto de no poder aspirar a más.

En Honda, otra de las grandes dominadoras sumidas en una gran crisis, las cosas no han ido a mejor. Han perdido a Marc Márquez, precisamente, por no poder brindarle una moto competitiva. Joan Mir y Luca Marini serán los encargados de intentar devolver a la marca del ala dorada a la zona de prestigio, aunque antes de correr hay que aprender a andar. Las últimas sensaciones en Qatar no refrendaron lo visto en Sepang, porque se esperaba que los japoneses dieran un paso adelante, pero fue hacia atrás.

Por delante quedan muchos kilómetros por recorrer para acabar de desarrollar sus monturas y volver a aspirar a conquistar un campeonato. A favor de los japoneses juegan las concesiones que deberían suponer un impulso para la evolución de Honda y Yamaha, y poder ver por fin la luz al final del túnel, aunque quedará por ver si realmente las aprovechan y cómo funcionan. Ya está todo a punto para el inicio de un Mundial que promete ser para el recuerdo, los semáforos están cerca de apagarse... Alea iacta est. 

Así queda la parrilla de MotoGP 2024