El Tottenham ha sobrevivido al dominio del Manchester City y se ha impuesto en el Hotspur Stadium por 2-0. El resultado, sin embargo, no refleja cómo ha sido el partido, controlado y dominado por los citizens hasta el minuto 60. La expulsión de Zinchenko ha trastocado los planes de Pep Guardiola y ha abandonado la oportunidad de seguir a la caza del Liverpool, que cada vez se ve más campeón de la Premier League.
Si había un elemento que hacía interesante a este partido, este era el duelo entre Guardiola y José Mourinho. El enfrentamiento entre los dos entrenadores, el número 23 en sus carreras, llegaba en medio de una profesión de respeto mutuo. Mientras que Guardiola confesaba en la rueda de prensa previa que "siempre ha tenido un respeto increíble por lo que él ha hecho por el fútbol y por su carrera", Mourinho se ponía nostálgico y "recordaba más los años que estuvo con Pep en Barcelona compartiendo tiempo y club y no los que estuvo contra él". Estas palabras dejaban atrás toda la tensión vivida en los Clásicos de hace unos años y abrían una nueva etapa en su relación de amor-odio.
Spurs earn the win#TOTMCI pic.twitter.com/NhXeqVfHjp
— Premier League (@premierleague) February 2, 2020
Control citizen en los primeros 45 minutos
El partido ha empezado sin un claro dominador. Durante los primeros 15 minutos, la pelota ha ido de una área a la otra, intercalando ataques de los dos equipos pero sin crear gran peligro. A pesar de la dinámica del inicio, se iba cocinando lentamente la posesión de los citizens, y hacia la media hora del partido, ya se ha hecho dueño de la pelota.
Sergio Agüero se ha convertido en el faro ofensivo del City, guiando los ataques de su equipo y atendiendo también a las tareas defensivas. La más clara lo ha tenido en el minuto 26, cuando se ha plantado delante de Lloris pero su disparo raso se ha estrellado con el palo. También ha sido protagonista en una de las acciones más extrañas, no por su caída dudosa dentro del área del Tottenham, sino por la lentitud del VAR al señalar penalti, dos minutos después de la acción y ya con la pelota en circulación.
EFE
El encargado de lanzarlo ha sido Gündogan pero Lloris lo ha parado. Sterling ha intentado coger el rechace del penalti pero se ha caído dentro del área después de ser abatido por el portero francés. Esta acción ha servido para que el VAR volviera a entrar en acción en lo que podría haber significado el segundo penalti contra el equipo de Mourinho. Los cabreo de los jugadores se ha traducido con una pequeña disputa que ha acabado con amarillas para Zinchenko y Aldelweireld. Finalmente, el árbitro ha decidido continuar el partido.
Los jugadores se han marchado al vestuario con 0-0 en el marcador en una primera parte donde el City ha dominado pero que se ha visto favorecido por el VAR, no sólo en las dos acciones de penalti, sino en una entrada de Sterling a Dele Alli que le podría haber costado la roja en el minuto 12, pero sólo se ha quedado en amarilla.
Expulsión decisiva en el cambio de papeles
La segunda parte del partido ha seguido con la tónica de los primeros 45 minutos: control del City y el Tottenham intentando el contraataque en las pocas ocasiones que se le presentaban. El punto de inflexión ha llegado al minuto 60, cuando el lateral del City Zinchenko ha sido expulsado por doble amarilla y dejaba a su equipo con 10 hombres. El Tottenham sólo ha necesitado 2 minutos para avanzarse en el marcador gracias a un gol de Bergwijn. El delantero debutante, reciente llegado del PSV, ha definido elegantemente después de un control de pecho y un disparo de volea imposible de parar para Ederson.
EFE
A partir de aquí, las piernas le pesaban mucho más a los jugadores de Guardiola y el Tottenham ha entrado más en el partido. El segundo gol de los de Mourinho ha llegado al minuto 71 con un disparo de Son en el primer palo que ha batido nuevamente al portero del City. A partir de aquí, el City se ha ido desinflando como si de un globo se tratara y prácticamente no ha producido más peligro hasta que el árbitro ha silbado el final del partido.
Esta victoria del Tottenham sirve a los spurs para escalar hasta la quinta posición y colocarse sólo a cuatro puntos de la zona Champions.