Hace justo tres días se confirmaba la marcha de Malcom Oliveira del Barça camino del Zenit de San Petersburgo. El club blaugrana cerró la venta en 40 millones de euros más 5 en variables para que se convirtiera en una de las estrellas de la liga rusa. Pero el fichaje de Malcom se ha convertido en una pesadilla después de los primeros episodios racistas de la afición del Zenit.

El sábado debutó como futbolista del Zenit en casa, contra el Krasnodar. Malcom salió al campo en el minuto 71 de partido y entonces la afición local exhibió una pancarta protestando contra su fichaje: "Gracias a los líderes por su fidelidad a las tradiciones". La pancarta racista llega como respuesta de los radicales después de emitir un comunicado que iba en contra de la llegada del futbolista brasileño: "La ausencia de jugadores negros es sólo una tradición, no somos racistas".

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EFE

El episodio podría hacer replantear el futuro de Malcom en Rusia. Según el diario Ria Novosti, el Zenit se podría llegar a plantear su venta en el mes de enero si continúan estos episodios racistas.

El club, sin embargo, ha emitido un comunicado explicando que la pancarta no tenía el sentido racista sino que era una felicitación para traer a Malcom: "En el Zenit tenemos una larga tradición de invitar a los mejores jugadores de todo el mundo al club, independientemente de su formación, etnia o nacionalidad". Y su recibimiento en el campo escenifica el gran apoyo que tiene la nueva estrella del Zenit si hacemos caso a los aplausos que se escucharon.

Incidente o no, Malcom comienza una nueva etapa en Rusia. El Barça ya es pasado. El Zenit es presente y quién sabe si futuro.