"Sigue tu instinto" ha sido uno de los mantras que ha acompañado a Marc Márquez durante su camino. De la cima a la nada todo pasó del día a la noche. La caída fue en picado. Tal como ha apuntado el de Cervera este domingo, "estar en la gloria y caer es peor porque caes con más inercia".
No obstante, tocar fondo le ha servido al 93 para ser "más fuerte y calculador" y, sobre todo, para "estar en paz conmigo mismo, que es lo más importante". Y es que la hazaña que ha firmado Marc Márquez este domingo va mucho más allá de ser su Mundial número 9. Lo que ha hecho Marc Márquez ha sido un acto de redención, de liberarse de la culpa que sentía tras su lesión. "Volver antes de tiempo fue una decisión completamente mía", recordaba Marc ya con el noveno en el bolsillo. Y tras cuatro operaciones, dos diplopías y mucho sufrimiento ― suyo y de los suyos ― en la sombra, Marc Márquez ha podido cerrar el círculo, quitarse la espina.

Marc Márquez: "El destino alguien lo guía"
Marc Márquez estallaba de emoción ya antes de ver la bandera a cuadros: "He hecho el último sector llorando", ha admitido el leridano. Tal como le ha recordado la organización de MotoGP en la proyección que tenía preparada para el campeón, al 93 ya le habían venido en la cabeza todos los esfuerzos, todas las renuncias y todos los dolores que este domingo han valido la pena.
"Las cosas no vienen por sí solas. Estoy en un momento de mi vida personal muy feliz, muy estable, profesionalmente también. El destino, a veces, dicen que es casualidad, pero yo creo que alguien lo guía. El destino ha dicho que el círculo se tenía que cerrar aquí en Japón y que en este círculo tenía que estar mi equipo de Honda en el podio también. Joan Mir les ha llevado hasta ahí para verme en lo más alto".
Marc Márquez entra en una lista de elegidos: Michael Jordan o Muhammad Ali
El retorno de Marc Márquez al Olimpo del motociclismo debe su razón de ser al "bucle" en el que el de Cervera había entrado "después de la caída de Jerez". Tenía una deuda consigo mismo que este domingo ha saldado. Sea como sea, deportivamente, su gesta le mete en una lista de elegidos. Su regreso a la cima tras de una odisea como la que ha pasado solo es equiparable a proezas protagonizadas por iconos del deporte como Michael Jordan o Muhammad Ali. Eso sí, cuestionado por ello, el 93 ha dejado claro que "no seré yo quien se meta entre estos nombres".

Momentos como los tres títulos consecutivos tras su vuelta o el flu game del 23, o el K.O. a Jerry Quarry tras negarse alistarse al ejército por una guerra en el caso del boxeador rezan ya al lado de la victoria en el GP del Japón de un Marc Márquez que, para más inri, ha estado acompañado siempre por su hermano. Su mejor apoyo para levantar cabeza, su faro para seguir motivado y, incluso, su rival más duro antes de poder decir que es eneacampeón.