Mucho se está hablando sobre Eden Hazard a raíz de sus declaraciones recientes, asegurando que no tiene intención de salir del Real Madrid, y que no se habla con Carlo Ancelotti. Unas palabras que han generado un incendio en el vestuario, y que han dejado en evidencia el enorme problema que existe con el internacional belga. Porque no aporta absolutamente nada sobre el terreno de juego, y no contribuye a que haya un buen ambiente.

Sin lugar a dudas, es el peor fichaje que se ha hecho nunca en el Santiago Bernabéu, y es discutible si también es la peor operación en la historia del futbol, por el elevado salario que sigue percibiendo, y por el coste que supuso sacarlo del Chelsea, ya que pagaron 160 millones de euros. Es el jugador más tóxico de la plantilla, y Florentino Pérez lo tendrá complicado para conseguir echarlo antes de 2024, cuando por fin finaliza su contrato.

Pero poco se habla de otro futbolista que es incluso más perjudicial que el ‘7’, y que también genera muchos dolores de cabeza. Y es que Mariano Díaz también es un claro ejemplo de fracaso. Llegó con grandes expectativas después de la magnífica campaña que realizó en las filas del Olympique de Lyon, y muchos creían que tenía lo necesario para convertirse en el sustituto ideal de Karim Benzema. No obstante, nunca ha estado a la altura.

Desde el primer momento que Zinedine Zidane regresó al Madrid, ya le enseñó la puerta de salida, y trató de deshacerse del delantero, que tan solo ha acumulado lesiones y suplencias. Y lo mismo hizo Ancelotti, aunque siempre con el mismo resultado para todos: la negativa del hispano-dominicano. No quería marcharse a ningún sitio, e insistía en respetar el vínculo que tenía firmado, pese a tener un papel residual.

Afortunadamente, en el mes de junio por fin llegará el momento de perderlo de vista. Porque pasará a ser agente libre, y no hay posibilidades de que renueve.

Mariano, una salida por la puerta de atrás

Mariano se irá por la puerta de atrás, y no se podrá despedir sobre el terreno de juego. Porque no ha jugado ni siquiera en casos de extrema necesidad, y ha tenido que soportar como el joven Álvaro Rodríguez le pasaba por delante en las preferencias de Ancelotti.

Un lustro más tarde de ser presentado por el Madrid, dirá adiós de una manera fría, y no lo tendrá sencillo para encontrar un nuevo trabajo.