La selección de Inglaterra será la rival de España a la final del Mundial femenino. El conjunto inglés ha sido capaz de superar Australia en una semifinal de muchas emociones, que ha tenido un ritmo frenético en todo momento. Las dianas de Ella Toone (minuto 36), Lauren Hemp (minuto 71) y Alessia Russo (minuto 86) han sido suficientes para tumbar la de Samantha Kerr (minuto 63), que ha dado esperanzas momentáneas al combinado australiano. Sin embargo, el dominio de la selección inglesa ha acabado derrotando a la ilusión australiana, que se despide de su Mundial firmando un gran papel.

Ella Moore desbloquea el partido

El partido, tal como sucedió en las semifinales que enfrentaron España contra Suecia, ha iniciado marcado por el respeto que se tenían ambas selecciones. Mientras que Inglaterra sabía que tenía que ser capaz de sobreponerse al 'efecto local' que rodea Australia, las anfitrionas tenían que doblegar a las recientes campeonas de Europa, que tienen en sus filas algunas de las mejores jugadoras del mundo. Eso ha provocado que las ocasionas no fueran especialmente abundantes.

Lucy Bornze luchando el balón durante el Inglaterra - Australia / Foto: Europa Press
Lucy Bronze intentando dominar la pelota / Foto: Europa Press

Ahora bien, quien ha tenido la posesión de la pelota ha sido Inglaterra. El combinado dirigido por Sarrina Wiegam, que desde que cogió el cargo todavía no ha sufrido ninguna derrota, ha hecho de la paciencia su piedra angular y en el minuto 36 ha obtenido recompensa. Y es que Ella Toone, a través de un imparable chute desde dentro del área que ha acabado entrando por la escuadra izquierda de la portería defendida por Arnold, ha inaugurado el marcador. Ante esta diana, el equipo australiano ha querido abandonar rápidamente su planteamiento defensivo, dando alas a sus atacantes. Sin embargo, no han sabido intimidar la defensa rival y el duelo se ha marchado al descanso con dominio inglés.

Sam Kerr es insuficiente para remontar

Y después del paso por los vestuarios, la dinámica del partido no ha virado. Australia ha sido capaz de replicar los valientes minutos finales del primer acto y ha embotellado a Inglaterra en su propia área. Un contexto de partido que ha propiciado la aparición del talento de Samantha Kerr, uno de los más diferenciales del mundo. La jugadora del Chelsea ha sumado varias acciones de muchos quilates hasta que en el minuto 63 ha revolucionado por completo el partido con un chute lejano que, después de tocar ligeramente en el muslo de la defensa rival, ha entrado al fondo de la red inglesa, creando una locura desatada en las graderías del Olympic Stadium de Sidney.

Sam Kerr celebra el gol del empate ante Inglaterra / Foto: Europa Press
Sam Kerr celebra el gol del empate ante Inglaterra / Foto: Europa Press

Australia ya había hecho lo más difícil y ahora podía volver a soñar de lo lindo. Por otra parte, Inglaterra tenía el difícil reto de reponerse de estos minutos complicados para volver a dominar el partido. Finalmente, quien ha tenido la efectividad para conseguir su objetivo ha sido el conjunto inglés, que aunque no ha tenido el mismo dominio de la pelota que en los primeros minutos, ha vuelto a adelantarse en el marcador después de una jugada trabada, que ha acabado con Lauren Hemp anticipándose a la lateral derecha australiana y dejando a su selección con un pie y medio dentro de la final del Mundial.

De hecho, minutos más tarde, quien ha sido la encargada de sellar el duelo ha sido Alessia Russo, que en el minuto 86, cuando Australia estaba buscando el empate de forma desesperada, ha culminado un gran contragolpe con una definición excelsa cruzada, que ha colocado el definitivo 1-3 en el marcador, llevando a Inglaterra a la final del Mundial, que se disputará el próximo sábado a partir de las 12 horas (hora local).