Héctor Bellerín ha vivido momentos muy desagradables en los últimos meses. El defensa catalán del Arsenal ha confesado en una entrevista a The Times que ha tenido que soportar insultos de una parte de la gradería del Emirates Stadium, el estadio de los londinenses. "Algunos aficionados son muy ofensivos. La mayor parte de los insultos me llegan por internet, pero otros se escuchan en el estadio. Me dicen lesbiana porque llevo el pelo largo y después siguen con muchos otros insultos homófobos", asegura Bellerín.

El defensa, formado en las categorías inferiores del Barça, fichó por el Arsenal en el 2011, cuando todavía no era profesional. Ahora ya tiene 23 años, pero hace tiempo que experimenta en primera persona la cara más desagradable del fútbol de élite: "Cuando juego mal, la situación es insostenible". Bellerín, amante de la moda, se niega a resignarse: "Ahora ya me he acostumbrado, pero puede hacer daño. El problema es que los aficionados tienen una idea de cómo tiene que vestir, comportarse y hablar un futbolista".

La llegada de Unai Emery al banquillo del Arsenal no ha cambiado el rol de Bellerín, que sigue jugando todos los minutos como lateral derecho. Sin embargo, el futbolista internacional no se aleja de las críticas feroces e injustificadas. "Si te comportas de manera diferente a lo que esperan te conviertes en una diana. Es mucha presión y se trata de algo muy peligroso. El peor momento fue hace un año y medio, cuando tuve que cerrar temporalmente mis cuentas en las redes sociales por los insultos que recibía", indica antes de matizar su crítica: "Muchas personas me dicen cosas bonitas, pero es normal concentrarse en los insultos. Cada día intento combatir la situación de la mejor manera posible".

En la misma entrevista, el futbolista también reconoce que es "imposible" que un futbolista se declare homosexual: "Algunos aficionados no están preparados. En el fútbol la cultura es diferente. Revelar que uno es homosexual puede ser muy desagradable, especialmente para los jugadores del equipo rival".