Cuando llegó al Barça, Hansi Flick no tuvo dudas: quería a Jules Koundé como pieza clave de su proyecto. El alemán veía en el francés al mejor lateral del mundo para su estilo, un jugador perfecto para defender y construir desde atrás. Pero el presente está muy lejos de aquella expectativa. El nivel de Koundé ha caído de forma alarmante, y en Brujas quedó retratado: errores, desconexión defensiva y un rendimiento que ya genera preocupación dentro del cuerpo técnico.

La realidad es que el Barça está pagando muy caro su falta de contundencia atrás. Y una parte importante de esa fragilidad nace en el costado derecho. Koundé ya no suma: resta.

Koundé pasa de indiscutible a problema

En Brujas, el francés dejó una imagen que encendió todas las alarmas. Lento en los duelos, errático en la salida de balón y superado continuamente por su marca, que le encontraba la espalda cada vez que quería. Flick confiaba en él como uno de los mejores del mundo para su idea de juego, pero a día de hoy el rendimiento de Koundé es más propio de un jugador inseguro y sin claridad. Ya no domina su banda, ya no anticipa, ya no lidera. Con él, el Barça defiende con uno menos.

Jules Kounde Barça / Foto: EFE

Lo que más preocupa es la sensación de desconexión. Koundé parece desubicado, sin agresividad y sin la autoridad defensiva que tenía hace solo unos meses. Y cuando un lateral resta en lugar de sumar, el equipo entero se desequilibra. En especial este Barça que si no presiona de forma conjunta, se resqeubraja por completo.

Flick sabe que no tiene alternativas

Para Flick, el problema es doble: Koundé está en un mal momento, y además no hay recambio real en la plantilla. La única opción para rotar sería Eric Garcia, pero el técnico lo necesita como central. El entrenador alemán está atrapado: le gustaría sentar a Koundé, pero la plantilla no le permite mover fichas. Y es que Flick sigue creyendo en el potencial del francés, pero empieza a asumir algo que hace un mes era impensable: hoy, Koundé es más un obstáculo que una solución.

Así pues, el Barça tiene un problema urgente en el lateral derecho. Hansi Flick apostó por Jules Koundé como uno de los mejores del mundo en su posición… pero ahora, cada partido evidencia que el equipo juega con uno menos. Y si el francés no reacciona, el técnico pedirá un refuerzo en invierno. Porque lo que está en juego no es una banda: es la solidez de todo el proyecto.