El Barça de Hansi Flick siempre se ha caracterizado por ser un equipo que vive de la presión que ejerce sobre la salida de balón de sus rivales. El conjunto blaugrana estuvo muy cerca de ganarlo todo la pasada temporada, gracias a ese trabajo defensivo que se hacía desde los delanteros hasta los defensas, pasando por los centrocampistas. Una labor que, por un motivo u otro, no se está repitiendo en este comienzo de temporada. Hecho que ya ha provocado que los culés sufran algún que otro resultado negativo por culpa de la debilidad defensiva provocada por la falta de trabajo de los de arriba.
En este sentido, la entrada en escena de Ferran Torres ha sido, en parte, una medida que ha venido a solventar la falta de trabajo defensivo por parte de los delanteros del equipo. Y es que el valenciano, a diferencia de Lewandowski, sí que es capaz de correr para molestar a los centrales en la salida de balón y cortar líneas de pase. Algo que el polaco no sería capaz de hacer debido a las limitaciones físicas obligadas por la edad.
Lamine quiere recuperar el tridente
Sin embargo, Ferran no tiene algo que a Lewandowski le sobra, esa facilidad para ver portería de cualquiera de las formas posibles. Algo que facilita mucho la labor de un Lamine Yamal que siente que con el polaco sobre el terreno de juego puede dar muchas más asistencias y, gracias al trabajo que hace fijando a los centrales, se puede jugar más situaciones de uno contra uno con el lateral rival, sin la ayuda del central. Algo que no pasa cuando Ferran juega, que busca más la espalda y no fija de la misma forma a los defensores.

Lewandowski y Lamine, una pareja de difícil encaje
Por otro lado, el punto negativo de hacer jugar juntos a Lamine Yamal y a Robert Lewandowski recae en el hecho de que ninguno de los dos va a presionar como lo hace Ferran Torres. Una situación que se complica todavía más si juega Rashford, ya que entre los tres no serían capaces de hacer el suficiente trabajo defensivo como para garantizar el correcto funcionamiento del equipo a la hora de correr hacia atrás para recuperar el balón, ya que ninguno puede ofrecer ese trabajo en fase defensiva.
Así pues, a pesar de que a nadie se le escapa que nadie en la plantilla tiene el gol de Lewandowski, la realidad es que hacer que el polaco coincida con Lamine Yamal es una opción de mucho riesgo y que Flick no se va a atrever a probar hasta que esté todo el mundo en plena forma y Raphinha vuelva para aportar esa dosis de trabajo que faltaría.