El Barça sigue buscando soluciones urgentes para reforzar su plantilla, y Etta Eyong se ha convertido en la opción más tentadora para Deco y Laporta. El joven delantero camerunés ha despertado la admiración del director deportivo y del presidente azulgrana por su talento y proyección. Con apenas 15 o 20 millones, se presenta como un fichaje de futuro a un coste muy bajo. Sin embargo, la aprobación de Hansi Flick llega con un matiz: la incorporación está bien, pero no es la solución a los problemas estructurales que sufre el equipo.

El interés no es casual. Etta Eyong encaja en el estilo ofensivo que desea Flick, capaz de aportar gol, movilidad y presencia en el área. Su perfil ofensivo convence a los responsables del Barça, que ven en él un jugador con capacidad para crecer y consolidarse en el primer equipo. Además, su precio lo hace prácticamente imposible de rechazar, convirtiéndolo en una opción atractiva para el mercado de invierno.

La pólvora ya está en el Barça

Pese a la coincidencia de intereses, Flick no pierde de vista la realidad. Para el alemán, el verdadero déficit del Barça no está en la delantera: la pólvora ofensiva ya existe. Lo que falta es solidez defensiva y liderazgo atrás. Según Flick, un fichaje de un delantero como Etta Eyong puede mejorar la eficiencia ofensiva, pero no tapará las grietas que muestran los centrales y laterales en los partidos de máxima exigencia. La defensa sigue siendo la prioridad para reforzar el equipo y competir de verdad por títulos.

Etta Eyong

Por ello, aunque aprueba la llegada de Etta Eyong, el técnico alemán deja claro que esta incorporación solo cubre una parte del problema. La dirección deportiva deberá seguir buscando un líder consolidado en la élite mundial que pueda reforzar la defensa y dar jerarquía al Barça, algo que Flick considera imprescindible para volver a tener un equipo fiable y competitivo.

Refuerzo táctico y estratégico

El alemán insiste en que la incorporación de Etta Eyong sería positiva a nivel ofensivo, pero no suficiente. La planificación de Flick se centra en equilibrar la plantilla y corregir los desequilibrios defensivos. Un delantero como Eyong aporta gol, juventud y proyección, pero no puede reemplazar la experiencia ni la solidez que necesita la línea defensiva. Por ello, cualquier movimiento en ataque debe ir acompañado de refuerzos en la retaguardia.

Así pues, el Barça tiene la oportunidad de incorporar a un talento emergente a bajo coste, pero el mensaje de Flick es claro: reforzar la defensa y la jerarquía en el equipo sigue siendo la prioridad. La llegada de Etta Eyong es un paso adelante, pero el verdadero desafío es garantizar que el Barça recupere equilibrio, seguridad y consistencia para afrontar los objetivos de la temporada.