Desde que Hansi Flick llegó al Barça, el conjunto culé se ha acostumbrado a vivir partidos de lo más trepidantes, en los que los blaugranas apisonan a sus rivales a base de transiciones sumamente veloces y con una presión asfixiante que hace que sea imposible que construyan juego. Una forma de jugar que este año no está ofreciendo los resultados esperados. De hecho, el trabajo de la presión está dejando mucho que desear y eso lo notan mucho en Can Barça, ya que si no se presiona bien, los rivales pueden comenzar a generar su juego y a desarrollar demasiado bien sus ataques sin caer en el fuera de juego.

Buena muestra de ello ha sido este comienzo de temporada en el que los de Hansi Flick han estado muy dubitativos y han generado sensaciones bastante malas. Y es que ante el Elche esa falta de trabajo de presión se evidenció en una falta de control que casi le cuesta más de un disgusto a los culés. Y es que, a pesar del 3 a 1, que da sensación de cierto control, la realidad es que los de Flick nunca acabaron de gobernar el partido.

Perder en la posesión nunca gusta

Si hay una estadística que en Can Barça importa mucho, esa es la de la posesión de balón. Al aficionado culé le gusta que los suyos dominen a través de la pelota y que el rival apenas la huela. Por lo general, los de Flick tienen bastante más balón que sus rivales. Sin embargo, ante el Elche, ese duelo se perdió. Por poco, pero el Barcelona solamente tuvo la pelota en un 49% del tiempo. Un dato que no gusta y que no debería repetirse.

Lamine Yamal Barca Elche

Cuando el rival tiene demasiado balón, el Barcelona sufre, no es capaz de tapar espacios atrás y le hacen mucho daño a la espalda. De este modo, si se pierde la batalla de la posesión, es mucho más difícil llegar a ganar un partido. Y la suerte ha sido que le ha tocado hacer esto ante el Elche; si llegara a ser un grande de Europa, el Barça no hubiera salido vivo del partido. Y eso pasa por la ausencia de Pedri y la falta de presión.

Flick sabe que no se puede repetir

Así pues, consciente de que no puede seguir así con el equipo, Hansi Flick ha llamado la atención a sus jugadores. No se pueden permitir seguir regalando balones y oportunidades a los rivales. Ante el Elche se ganó con relativa solvencia, pero si se da tanto espacio a equipos de mayor calidad, las cosas pueden acabar saliendo demasiado mal para los intereses del FC Barcelona.