El secretario general de l'Esport, Gerard Figueras, ha constatado este lunes que "toda la prudencia aconseja" que el partido de Champions League entre el Barça y el Nápoles previsto para el miércoles de la próxima semana, el 18 de marzo, se juegue a puerta cerrada ante la amenaza del coronavirus.

En declaraciones en Catalunya Ràdio, Figueras ha indicado, sin embargo, que la decisión no está tomada, y que esta semana habrá reuniones entre el Govern y el club para valorar la situación. De momento ya hay unas 5.000 entradas vendidas a seguidores italianos. Figueras ha recordado que aunque Nápoles no es una de las zonas aisladas, Italia es un país de riesgo.

Siguiendo los protocolos, ha continuado Figueras, lo que tocaría es suspender el partido si no fuera de competición, o bien "jugarlo con el mínimo riesgo posible".

Barça Las Palmas celebracio gol   EFE

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Ha explicado que el sábado se reunió la comisión técnica formada por diferentes departamentos del Govern y se tomó la decisión de aplazar la Maratón de Barcelona, y también se puso sobre la mesa cuáles son los grandes acontecimientos deportivos que están a tocar, como el partido del Barça.

Y se repetiría la imagen que ya se vio en el partido del 1 de octubre de 2017 entre el Barça y el Las Palmas, pero por motivos bien distintos.