El Girona todavía no está a punto. El último partido de la pretemporada ha acabado con derrota contra el Huesca, que ha ganado en Montilivi por 0-2, y ha dejado a los catalanes con sensaciones contrapuestas antes del inicio oficial de la competición.

La preparación del Girona ha acabado con dos victorias, un empate y dos derrotas. Y precisamente los malos resultados han llegado en las últimas semanas. Juan Carlos Unzué parece que tiene una idea clara de juego, pero la adaptación total todavía queda lejos.

La última derrota contra el Huesca ha generado alguna duda extra. Se ha perdido contra un rival directo nuevamente en Segunda División. Ha sido un baño de realidad después de jugar contra rivales de menos nivel y sacar buenos resultados. Contra el primer rival directo, han sufrido, pero ha sido la prueba más similar a lo que se encontrarán este año.

Se han marchado Portu, Aleix García, Pere Pons o Pedro Porro, pero se han quedado, de momento, Stuani, Granell, Borja García o Bono. También se ha cambiado de entrenador y Juan Carlos Unzué dirigirá al Girona heredado de Eusebio Sacristán. El equipo va mutando, pero la mentalidad sigue siendo la misma.

El próximo domingo a las 18.30h se estrenará la temporada contra el Sporting de Gijón en Montilivi. Será una temporada complicada, con la crudeza de la Segunda División presente y el reto de volver a Primera entre ceja y ceja. La regularidad tendrá que ser la base de un Girona que parte la temporada con presión y como uno de los favoritos a luchar por el ascenso.