Día complicado para el FC Andorra, el equipo presidido por Gerard Piqué. El conjunto del Principado, que está en la zona alta de la clasificación de Segunda División, empató contra el Mirandés en el Nuevo Estadio de Encamp en el partido correspondiente a la sexta jornada. Una situación difícil de explicar después de un partido en el cual el árbitro fue señalado como muy favorable a los de Miranda de Ebro, desesperando a la afición y la directiva del conjunto andorrano.
Gerard Piqué pierde los papeles
Pero es que más allá del empate y de repartirse los puntos, este partido acabó con amenazas de Gerard Piqué, del director deportivo Jaume Nogués y del team manager Carles Manso a los árbitros del partido. Así lo refleja al colegiado Alonso de Ena Wolf en el acta del duelo, confirmando que fue la víctima dentro del túnel de vestuarios una vez acabado el partido.

"Una vez finalizado el encuentro, y estando en el túnel de vestuarios, se dirigió a mi asistente nº1 D. Jaume Nogues Llorens a viva voz y de forma agresiva, con los siguientes términos: 'sois unos sinvergüenzas', 'esto es una vergüenza'. Esta situación, conlleva a que D. Gerard Piqué Bernabéu se aproximó a escasos centímetros del asistente nº1, a voz en grito y en actitud intimidatoria, realizando observaciones sobre las decisiones arbitrales", empieza diciendo el acta del árbitro.
Pero no solo se centra en esta acusación directa al exfutbolista culé, sino que va hacia allá y detalla insultos más graves: "Asimismo, D. Carles Manso Rubio se dirigió al mismo asistente nº1 en los siguientes términos: 'hijo de puta, hijo de puta'. En ese momento. D. Jaume Nogues Llorens y D. Gerard Piqué Bernabéu se acercaron a mi persona, formulando objeciones arbitrales en tono amenazante. En concreto, D. Jaume Nogues Llorens manifestó: 'menuda vergüenza. No tenéis vergüenza', a viva voz, debiendo ser nuevamente apartado por la policía".

Una gran multa económica a la vista
Unas amenazas que seguro que no se quedarán aquí y se espera que acaben con una gran multa. Habrá un precio económico y quién sabe si podría ir más allá. Lo que queda claro es que el árbitro Alonso de Ena Wolf no se dejó nada para escribir en el acta del partido.
Al final, más allá de las quejas, hubo un empate en puntos, y por esto llegaron las quejas. Gerard Piqué sabe que su equipo se jugaba mucho en este partido y para estar en la zona alta de Segunda División no se pueden perder puntos de manera gratuita. Ahora bien, las maneras no fueron nada correctas y siempre hay límites. En este caso, el presidente del Andorra y los suyos que se quejaron a los árbitros no lo hicieron de la manera adecuada