Ferran Torres está más enchufado que nunca y eso no ha pasado desapercibido para Hansi Flick. El técnico alemán ya se lo ha dicho personalmente: lo considera una pieza importante para el Barça y no solo como recurso desde el banquillo. Ferran ha arrancado la pretemporada en modo ‘killer’, y su rendimiento empieza a generar un debate real en el vestuario: ¿es ya una amenaza para la titularidad de Lewandowski?
El valenciano está aprovechando cada minuto en esta gira asiática. En el segundo amistoso del verano, ante el FC Seoul, marcó dos goles en apenas 45 minutos y dejó muy buenas sensaciones. Más allá de los tantos, destacó por su movilidad, presión sin balón y desmarques agresivos.
Flick le transmite confianza… y un rol claro
Pero lo más relevante no es solo lo que Ferran está mostrando sobre el césped, sino lo que Flick le ha hecho saber en privado. El entrenador del Barça le ha trasladado directamente que compite en igualdad de condiciones con todos los delanteros, incluido Robert Lewandowski. Ferran parte desde cero como todos, pero con el respaldo del técnico, que valora especialmente su entrega táctica y su implicación en el trabajo colectivo.
Flick quiere un Barça agresivo sin balón, y en ese sentido Ferran encaja a la perfección. Su presión tras pérdida, su lectura de espacios y su capacidad para abrir defensas rivales con desmarques son aspectos que el técnico considera diferenciales. Por eso lo está utilizando como '9', una posición que ya había explorado con Guardiola en el City.
Los números le avalan
El curso pasado fue, de hecho, el mejor de su carrera a nivel de cifras: 19 goles en 45 partidos, con un promedio de un tanto cada 101 minutos. Especialmente brillante estuvo en la Copa del Rey, donde marcó en todas las rondas desde octavos hasta la final, con seis goles en cinco partidos. Todo eso habiendo terminado la temporada de baja por una apendicitis, que frenó su buen momento físico.
Ahora ha vuelto con fuerza, con chispa y con un objetivo claro: consolidarse en el once titular. Lewandowski, que cumple 37 años en agosto, necesitará rotar más que nunca, y ahí es donde Ferran quiere hacerse fuerte. Si sigue a este nivel, Flick va a tener un dilema. Pero lo que ya nadie duda en el vestuario es que Ferran ha dejado de ser una alternativa para convertirse en una amenaza real.