Robert Lewandowski ha dejado atrás las molestias físicas que lo mantuvieron apartado del once titular en las primeras semanas de la temporada. El delantero polaco se ha entrenado con normalidad y está listo para volver a competir al máximo nivel. Sin embargo, Hansi Flick no tiene nada claro que arranque de inicio este fin de semana contra el Valencia.
La prioridad es la Champions
El técnico alemán es consciente de que Lewandowski sigue siendo una pieza clave en el engranaje ofensivo azulgrana, pero también de que no conviene forzar su reaparición. En el cuerpo técnico hay unanimidad: el partido realmente exigente llegará el jueves, cuando el Barça debute en Champions League frente al Newcastle, un rival de mucha intensidad y que pondrá a prueba la solidez del equipo en Europa.

La idea que maneja Flick es darle minutos en la segunda parte contra el Valencia, para que recupere sensaciones y ritmo competitivo sin asumir riesgos innecesarios. El polaco, competitivo como pocos, insiste en que se siente preparado para jugar los 90 minutos, pero el entrenador prefiere medir los tiempos y evitar que una recaída pueda complicar la temporada.
Ferran sigue respondiendo
Mientras tanto, jugadores como Ferran Torres y Raphinha están preparados para ocupar posiciones de ataque, acompañando a Lamine Yamal, que sigue en estado de gracia en este inicio de curso. Ferran, además, ha aprovechado las ausencias de Lewandowski para reivindicarse con goles y actuaciones de peso, lo que le da más opciones de seguir en el once inicial.
En el vestuario saben que tarde o temprano el regreso de Lewandowski será fundamental, especialmente en las grandes noches europeas. Su experiencia y olfato goleador siguen siendo diferenciales, y Flick confía en que esta temporada el polaco pueda despedirse del Barça por la puerta grande, con títulos y goles importantes.

Gestión de minutos y calendario exigente
El calendario aprieta y el Barça afronta un mes de septiembre muy exigente, con duelos en Liga y Champions casi encadenados. Por eso, Flick quiere gestionar con cuidado los minutos de sus jugadores más veteranos. Lewandowski es, sin duda, el caso más delicado: su peso específico en el equipo es indiscutible, pero su estado físico obliga a pensar en el medio plazo.