Fede Valverde ha tomado una decisión valiente. El uruguayo ha dicho basta. No jugará con su selección en el próximo parón internacional. El motivo no es un capricho ni un gesto de rebeldía. Es una llamada de auxilio. Un grito silencioso para cuidar su cuerpo y su mente después de años al límite. Un gesto que puede marcar un precedente para otros jugadores por la exigencia del calendario.
El futbolista del Real Madrid lleva tiempo arrastrando molestias físicas y una fatiga acumulada que le ha pasado factura. En las últimas tres temporadas ha jugado 174 partidos con su club, además de 23 con Uruguay. En total, casi doscientas apariciones en tres años. Cifras que explican su decisión. Valverde lo ha dado todo. Y ahora, simplemente, necesita parar.
Fede Valverde pide un descanso
En los últimos meses, el mediocentro no ha sido el mismo. Su potencia física, su ida y vuelta constante, esa capacidad para estar en todas partes, se ha visto reducida. Sus piernas piden descanso. Su mente, también. Lo saben en el vestuario y lo entiende Marcelo Bielsa, aunque la noticia haya sorprendido en Montevideo. El seleccionador quería contar con su capitán natural, pero ha accedido a su petición.
El uruguayo no ha querido esconderse. Publicó un comunicado personal para explicar su ausencia y frenar los rumores. No quiere que nadie dude de su compromiso con Uruguay. Pero también cree que seguir jugando sin descanso pondría en riesgo su integridad física. Fede es competitivo hasta el extremo. Si no puede darlo todo, prefiere no estar.
La acumulación de minutos (y kilómetros) lo llevan al límite
El cansancio no es solo físico. También emocional. La presión de ser pieza clave en el Madrid y en la Celeste le ha pasado factura. En el arranque de temporada, algunos interpretaron mal unas declaraciones suyas sobre su posición en el campo. “No nací para ser lateral”, dijo. Se entendió como una negativa, cuando en realidad fue una confesión de agotamiento. No se negaba a ayudar, simplemente estaba al límite.
Dentro del club lo apoyan. Xabi Alonso entiende su situación. El cuerpo técnico ha analizado su carga de minutos y los datos hablan. Fede es uno de los jugadores con más kilómetros recorridos en Europa desde 2022. Su resistencia, su entrega y su orgullo lo han mantenido en el campo incluso cuando el cuerpo pedía tregua.
En el vestuario del Madrid, sus compañeros lo respetan. Nadie pone en duda su sacrificio. Lo consideran un ejemplo de profesionalidad. Pero todos coinciden en que debía frenar antes de romperse. Su energía es lo que lo hace especial, y sin energía, no hay Valverde.