El Barça no ha podido pasar del empate a nada contra el Benfica y su futuro en la Champions League sigue siendo una incógnita (0-0). La clasificación para la siguiente ronda de la máxima competición europea o la opción de jugar la Europa League se sabrá dentro dos semanas en Munich.

El Barça impresiona pero le falta ritmo

El segundo día de Xavi ha sido de más novedades. Contra un Benfica con tres defensas, se ha copiado al rival. Ronald Araujo, Gerard Piqué y Clément Lenglet han sido los que se han encargado de anular el ataque rival. Y aparte de los de siempre, con Busquets, De Jong, Jordi Alba, Memphis, Gavi y Nico, se ha añadido Demir. El joven extremo austríaco ha querido ser protagonista.

Pero antes de la emoción ha llegado la apuesta blaugrana. El Barça ha empezado pensando rápido y también ejecutando con velocidad. La presión alta es innegociable. Y a base de ahogar a los portugueses se ha intentado conseguir el gol. Los blaugrana han atacado con cabeza y rigor, pero no han sabido cerrar las jugadas.

Memphis Barça EFE

Memphis Depay jugando contra el Benfica / EFE

Si en frente Memphis se hacía un hartón de correr sin sentido, los fueras de juego se han ido acumulando. El Barça conseguía encontrar los espacios, pero los jugadores culés siempre iban tarde. Poco a poco se ha ido perdiendo el ritmo.

Detrás, Piqué y Araujo han sido un seguro, pero cuando Lenglet ha tenido que intervenir ha llegado el drama culé. Y suerte de Ter Stegen, que se ha vuelto a vestir de héroe como en las grandes noches de fútbol de Champions.

Y después del gol anulado al Benfica, obra de Otamendi a diez minutos para el final de la primera parte, ha llegado la genialidad culé. El protagonista en mayúsculas ha sido Demir. El austríaco ha recibido al espacio, se ha detenido, ha querido hacer la diagonal al estilo Messi, y ha hecho un disparo de rosca que ha acabado tocando el larguero.

Demir Grimaldo Benfica Barca Champions

Yusuf Demir jugando el partido contra el Benfica / EFE

El efecto Dembélé

Pero en la segunda parte se ha notado la falta de físico. El Barça lo ha dado casi todo en los primeros minutos de partido y sólo las ganas de Gavi han servido para animar a los 49.572 culés que han vivido el duelo bajo la constante lluvia.

Y cuando faltaban piernas y ritmo, ha sido el turno de Ousmane Dembélé. El francés ha encendido al Barça entrando por Demir a falta de 25 minutos para el final. Y ha sido la gran solución de Xavi. Cada balón que tocaba Dembélé era sinónimo de peligro.

Xavi Barça EFE

Xavi Hernández aplaudiendo desde la banda / EFE

Este efecto Dembélé ha dado más opciones al Barça en un partido que se iba apagando. Y a falta de poco más de cinco minutos para el final, Araujo ha marcado gol, pero estaba en fuera de juego y tras la frustrada celebración se ha lesionado.

Al final, sin embargo, a pesar de los intentos a la desesperada del Barça, no ha habido goles. Y el futuro no se sabe donde será. Si los blaugrana jugarán los octavos de la Champions o les tocará la Europa League, se decidirá en el último partido de la fase de grupos contra el Bayern de Munich en el Allianz Arena.

 

Imagen principal: Gerard Piqué enfadado durante el partido contra el Benfica / EFE