Un gol de Melendo en los instantes finales ha desequilibrado la ida de los cuartos de final de la Copa. El Barça ha merecido llevarse un mejor resultado de Cornellà pero ha acusado la falta de contundencia en los últimos metros. Messi ha fallado un penalti y el Espanyol ha roto la racha de 29 partidos seguidos ganando de los blaugrana.

Un derbi sin delanteros

Los cambios se han apoderado del primer derbi del 2018: Valverde se ha servido de las rotaciones para dejar en el banquillo piedras angulares de su proyecto como son Suárez y Jordi Alba y Quique Sánchez Flores ha poblado el medio del campo con muchos futbolistas. Todo esto ha construido un duelo caracterizado por la falta de delanteros (de los 22 futbolistas sólo lo era Gerard Moreno) y poco juego de áreas. El nivel de inspiración de Messi acabaría decantando el partido hacia un bando o hacia el otro.

Y es que la idea original blanquiazul no ha acabado de funcionar a pesar dar sus frutos al final. A pesar de renunciar a Leo Baptistao y llenar la zona de medios con muchos jugadores, el '10' blaugrana ha recibido con comodidad y ha hecho y deshecho a su voluntad. El argentino ha encontrado la espalda de sus marcadores y ha tenido bastantes facilidades para recibir entre líneas. Sólo la falta de contundencia en los últimos metros le ha privado de traducir en el marcador el dominio absoluto y abrumador de su equipo desde los primeros instantes.

Los locales han sufrido y al marcharse al descanso han podido entonar el tópico de los tópicos: "lo mejor, el resultado". Moreno se ha sentido muy solo y el bagaje ofensivo de los pericos ha sido muy pobre. La presión, en la línea de lo que apuntó a su entrenador en la previa, se ha visto muy disminuida con el objetivo de no caer físicamente en la segunda mitad. Aun así, las sensaciones eran bastante malas y era cuestión de tiempo que los blaugrana golpearan, hecho por el cual no han querido esperar para recuperar el 4-4-2 con el que se sienten más cómodos.

Diego López vuelve a ponerse la capa de héroe

A medida que han ido pasando los minutos, la superioridad visitante ha podido con los nervios de los más de 23.000 aficionados desplazados en el RCDE Stadium, que han dedicado cánticos poco agradables a su contrincante. La tónica general, sea como sea, ha sido la que se podía prever. Proactividad contra solidez defensiva. Y, por el camino, diferentes oportunidades perdidas: Aleñá, Denis Suárez y Aleix Vidal no han dado el paso adelante que tenían la oportunidad de hacer.

Valverde ya ha demostrado en numerosas ocasiones que las eliminatorias duran más de 180 minutos y tenía claro que, pasara lo que pasara, el Camp Nou acabaría dictando sentencia. Messi ha tenido la oportunidad de dejar las cosas muy de cara para los intereses del Barça, pero ha perdonado desde los once metros. De cada cuatro penaltis falla uno: la pena máxima es la única asignatura que el '10' no supera con un excelente. I Diego López, por su parte, ha entrado en el inédito grupo de porteros que le han parado más de un penalti al mejor jugador del mundo.

Quique ha parido el partido para llegar a los instantes finales (y decisivos) con su equipo en perfectas condiciones y así ha sido. Los blanquiazules han sufrido menos en la última media hora que en la primera hora de partido. La supervivencia local ha pasado de ser circunstancial a ser consecuencia de un planteamiento poco atrevido, pero eficaz. Han llegado vivos a los últimos momentos y lo han acabado aprovechando.

Adiós a la imbatibilidad de Valverde

Y es que Melendo ha aparecido milagrosamente para que su equipo se llevara la primera victoria en un derbi contra el Barça en Cornellà. El mediocampista no ha desperdiciado un pase hacia atrás de Marc Navarro y ha adelantado a los pericos en el minuto 88. Sin margen de reacción; euforia desatada en el RCDE Stadium.

El Barça ha perdonado y lo ha acabado pagando en la que ha sido la primera derrota desde la Supercopa de España contra el Real Madrid. La estrategia de Quique ha funcionado y el Espanyol ha llegado fresco en los instantes decisivos del partido. La vuelta en el Camp Nou decidirá la eliminatoria, pero de momento han sido los pericos los que han golpeado primero.