España suma sus primeros tres puntos en esta edición de Nations League gracias al solitario gol de Pablo Sarabia ante Suiza. Un partido que parecía controlado por los de Luis Enrique Martínez ha acabado con sufrimiento e incertidumbre, pero, finalmente, con victoria.

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Sarabia y Gavi, celebrando un gol con España / @sefutbol

España, con ganas de redimirse

Después de haber cuajado dos empates grises ante Portugal y la República Checa, los de Luis Enrique tenían claro que tenían que imprimir más ritmo al juego si querían conseguir algo más que un punto ante Suiza. Y es que hay que recordar que, en los últimos cuatro partidos contra la selección centroeuropea, España solamente ha sido capaz de vencer en uno de ellos empatando los otros tres, aunque uno de estos empates se produjo previamente al ascenso a semifinales de la Eurocopa por parte de La Roja.

Sea como sea, La Roja ha hecho una declaración de intenciones desde bien pronto. El esférico rodaba a más velocidad y la presión postpérdida ha sido de aquellas asfixiantes. Características que aglutina Gavi, y que como contra la República Checa, ha vuelto a sacar a la palestra su repertorio técnico-físico. Si bien la energía del joven andaluz es un pilar en este equipo, Luis Enrique alineaba hoy a Marcos Llorente como titular. Su dinamismo y verticalidad es antagónico al perfil de control de Koke, quien firmó un partido mediocre contra los checos. En este sentido, la presencia del ex del Real Madrid también ha sido diferencial. Pues de sus botas, provendría la asistencia del primer y único gol del partido. Lo haría Pablo Sarabia, en el minuto 13, rematando en boca de gol un gran pase del futbolista del Atlético de Madrid.

Una victoria es una victoria

En la segunda parte, La Roja levantaría el pie del acelerador y Suiza ganaría metros. Sin embargo, los momentos en que más cerca ha estado el gol suizo ha sido cuando Unai Simón, como de costumbre, encogía el corazón de los aficionados españoles desplazados a Ginebra. Breel Embolo estaría muy bien controlado por Pau Torres, mientras que su arquetipo en España, Álvaro Morata, necesitaría más de dos manos para contar las faltas que ha recibido de los centrales Manuel AkanjiEray Cömert.

En los minutos finales, el partido ha enloquecido. Unai Simón ha empuñado la mochila y ha protagonizado otra excursión aventurada que a punto ha estado de traducirse en el empate. Segundos después, sería Noah Okafor quien recibiera solo al espacio, pero el mal control del extremo del Red Bull Salzburgo ha sido suficiente para permitir la llegada de César Azpilicueta, al rescate.

Sin embargo, el marcador ya no se movería. Una victoria es una victoria. Y de esta manera, la selección española se consagra segunda de grupo por detrás de Portugal.

 

Imagen principal: Futbolistas de la selección española, celebrando un gol / @sefutbol