El futuro de Dro en el Barça empieza a complicarse más de lo previsto. El joven talento, considerado una de las grandes apuestas de futuro del club, ha dado un paso atrás en su situación deportiva tras quedarse sin un solo minuto ante el Celta, un partido en el que esperaba participar. Para él era una oportunidad clara: no estaba Pedri y Dani Olmo seguía volviendo de una lesión, el escenario parecía perfecto para que Hansi Flick le diera protagonismo, pero no fue así. Ese detalle ha activado todas las alarmas en el entorno del futbolista, que ha pasado de la paciencia a la duda.
Dro, que llegó como una de las apuestas estratégicas de presente y futuro del Barça, empieza a sentir que, si en un momento tan favorable no entra en los planes de su entrenador, es muy complicado que vaya a hacerlo más adelante. La preocupación es real y cada día más intensa. Por eso, el jugador ya valora seriamente la posibilidad de salir del equipo lo antes posible, incluso en el mercado invernal.
El jugador ya contempla una salida
Dentro del vestuario existe la sensación de que el talento de Dro está siendo desaprovechado. Él quiere competir, quemar etapas, crecer, y lo quiere hacer en el campo, no desde el banquillo. La situación actual choca frontalmente con esa aspiración. El futbolista es consciente de que su edad es clave para desarrollarse, y pasar toda la temporada sin minutos no entra en sus planes. Por eso, su entorno ya transmite al club que, si no cambian las cosas, la mejor solución es buscar una salida inmediata.
El Barça y la dirección deportiva encabezada por Deco entienden la postura del jugador. La idea del club, de hecho, sería permitir una cesión, porque creen firmemente en su potencial y no quieren desprenderse de él de forma definitiva. Lo consideran un activo estratégico y están convencidos de que, si tiene minutos en Primera División, regresará más hecho y listo para competir por un rol importante en la plantilla.
Si no hay minutos, habrá decisión
La realidad es sencilla: si Hansi Flick no le garantiza participación, deberá autorizar su salida. El jugador no quiere pasar meses sentado en el banquillo viendo cómo otros acumulan oportunidades. No se conforma, no quiere estancarse. Quiere jugar ya, aunque no sea en el Barça por ahora.
Así pues, el futuro inmediato de Dro podría resolverse pronto. Si no hay minutos, habrá marcha. Y el club lo sabe.
