Noche de polémica en el partido entre el Levante y el Barça. El conjunto "granota" ha llegado al descanso con un marcador muy favorable, 2-0. El segundo gol, justo antes del descanso, ha llegado después de un penalti por manos de Alejandro Balde. El árbitro Alejandro José Hernández Hernández no lo había señalado en directo, pero ha sido avisado por el VAR, con Jorge Figueroa Vázquez al mando. Después de revisar la jugada en el monitor, el colegiado canario ha silbado el penalti de manera inmediata y José Luis Morales lo ha convertido.

El penalti es más que polémico. Alejandro Balde se estaba girando y tenía el brazo prácticamente enganchado al cuerpo. Una acción que, en ningún caso, coincide con el criterio establecido para silbar este tipo de jugadas. La norma es clara: "Se considerará infracción si la mano o el brazo están claramente despegados y alejados del cuerpo".

Además, esta temporada se había informado de que el VAR intervendría mucho menos en las acciones dudosas y que el criterio del árbitro en directo tendría más peso. Una decisión difícil de entender que ha permitido al Levante situarse con un 2-0 al descanso.

El mismo árbitro que la mano de Tchouameni

La decisión es todavía más difícil de entender si se compara con los precedentes del mismo árbitro. Y no hay que ir muy lejos. Alejandro José Hernández fue el encargado de dirigir el Clásico entre Barça y Madrid de la jornada 35 de la pasada temporada. En aquel partido hubo una acción, por mano de Tchouameni, muy similar a la de Balde. En ese caso, el jugador francés estaba de cara a la jugada y no se estaba girando, como sí ha pasado con Balde. Aquel día, el colegiado canario no señaló penalti en directo, fue a revisar la acción al monitor y se reafirmó en su decisión: no silbó penalti. Un cambio de criterio difícil de explicar.

Solo han pasado dos jornadas y la polémica ya está servida. En la primera jornada de Liga, el Real Madrid superó al Osasuna por 1-0 con un penalti más que dudoso. En aquel mismo partido, se expulsó a Abel Bretones, jugador del conjunto navarro, en una acción de la cual todavía no se han mostrado repeticiones. Además, en el duelo entre el Barça y el Mallorca, el árbitro no detuvo el juego después de que un futbolista del equipo balear se cayera al suelo por un pelotazo en la cara. Sin embargo, Raíllo no sufrió ningún daño.