La segunda temporada de Dani Olmo en el Barça no está siendo nada sencilla. El internacional español llegó con la vitola de fichaje estratégico para aportar desequilibrio, gol y soluciones en tres cuartos de campo. Sin embargo, los planes de Hansi Flick y la irrupción de varios canteranos han convertido su rol en una incógnita y le han puesto un panorama mucho más complicado de lo esperado para hacerse con un puesto fijo en el once.

Desde el inicio del curso, Olmo ha alternado titularidades y suplencias, dejando actuaciones irregulares que no han terminado de convencer al técnico alemán. La exigencia es máxima y la competencia feroz, especialmente en las posiciones de ataque y mediapunta, donde el Barça cuenta con un abanico de jóvenes que vienen pisando fuerte.

EuropaPress 6897712 frenkie jong and dani olmo looks on during the joan gamper trophy football
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La competencia de Fermín

Uno de los principales obstáculos para Olmo es Fermín López. El canterano ha aprovechado cada oportunidad que ha tenido y ha demostrado ser un jugador con llegada, carácter y capacidad para romper líneas. Flick valora su intensidad y su hambre competitiva, dos factores que muchas veces marcan la diferencia en partidos igualados. Hoy por hoy, Fermín es un serio candidato a mantener su lugar en el once, lo que resta opciones al ex del Leipzig.

La irrupción de Gavi como mediapunta

A todo ello se suma el nuevo plan de Flick con Gavi. El técnico, tras analizar los primeros encuentros, considera que el andaluz puede ser clave actuando por delante de Frenkie de Jong y Pedri, en una posición más adelantada. Esa apuesta desplaza directamente a Olmo en la zona donde más cómodo se siente, complicándole aún más el panorama. Gavi aporta intensidad, presión alta y movilidad constante, virtudes que Flick considera esenciales para dar el salto de calidad que el Barça necesita.

Gavi Dani Olmo Barça Supercopa EFE
Gavi Dani Olmo Barça Supercopa EFE

Un papel que debe redefinirse

Olmo, por tanto, se encuentra en una encrucijada. O da un paso adelante en cuanto a regularidad y rendimiento, o corre el riesgo de quedarse como una pieza de rotación. Su calidad está fuera de duda, pero en el Barça actual no basta con talento: se exige constancia, sacrificio defensivo y un impacto inmediato en el juego.

El jugador es consciente de que debe ganarse la confianza de Flick, que de momento lo mantiene bajo la lupa. En el vestuario nadie cuestiona su talento, pero sí hay dudas de si será capaz de imponerse en una plantilla donde la juventud y la competencia aprietan como nunca.

La temporada es larga y Olmo tendrá oportunidades, pero si quiere ser titular indiscutible deberá superar más de un obstáculo. Flick lo respeta y confía en que dé un salto adelante, aunque el alemán también tiene claro que no regalará minutos a nadie. Para Dani, este curso puede convertirse en la prueba definitiva de madurez en su carrera: o se consolida como pieza esencial del Barça… o corre el riesgo de quedar en un segundo plano.