En el Real Madrid hay tensiones crecientes que afectan a algunos de sus jugadores. Uno de los casos más delicados es el de Andriy Lunin, el portero ucraniano que esperaba esta temporada como una oportunidad para consolidarse bajo Xabi Alonso. Pero nada más lejos de la realidad.
Lunin inició el cuirso con grandes expectativas. El cambio de entrenador le hizo confiar en que la meritocracia sería la base para jugar. Xabi Alonso le aseguró que, si se ganaba el puesto, sería titular. Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente. Thibaut Courtois, aunque no está en su mejor forma, sigue siendo el titular indiscutible. Lunin observa impotente cómo su esfuerzo no se traduce en minutos de juego. Y ya son siete temporadas, desde 2018, esperando sentirse valorado.
La paciencia de Andriy Lunin se agota
La decepción más grande de Lunin ocurrió hace dos temporadas. Durante la lesión de Courtois, fue titular todo el curso y rindió de manera estelar. Todo indicaba que sería titular en la final de la Champions League. Pero Carlo Ancelotti decidió dar la titularidad al belga, recién recuperado. Lunin había merecido jugar, pero la jerarquía se impuso a los méritos. Esa injusticia todavía pesa en su ánimo.
Este año esperaba tener más opciones, pero la historia parece repetirse. Lunin está en mejor forma que Courtois, pero sigue sin oportunidades. Sus actuaciones en los entrenamientos y su estado físico muestran que puede rendir al máximo. Sin embargo, Xabi Alonso ha tomado decisiones que limitan su participación. Para Lunin, cada entrenamiento y cada partido que no juega son un recordatorio de que la confianza prometida no se está cumpliendo.
Carvajal le pide que aguante, pero no puede más
En este contexto, Dani Carvajal ha asumido un rol importante. Como capitán del equipo, se ha acercado a Lunin para motivarle. Le pide que aguante, que siga trabajando en silencio y que espere su oportunidad. Carvajal sabe que mantener la calma es clave, pero también percibe la frustración del portero. La situación es tensa y la paciencia de Lunin tiene límites.
El portero ucraniano, pese al apoyo de Carvajal, siente que ha sido engañado. Cree que Xabi Alonso le ha mentido sobre sus posibilidades de jugar y que la promesa de meritocracia era solo un discurso. Esta sensación de injusticia afecta su relación con el técnico, que se ha deteriorado rápidamente. La comunicación entre ambos es mínima y cargada de desconfianza.
Lo más probable, según fuentes cercanas, es que Lunin termine considerando su futuro lejos del Santiago Bernabéu. Mientras Courtois siga siendo titular, el ucraniano vivirá eclipsado. Su crecimiento profesional está condicionado, y solo una decisión valiente de abandonar el club le permitiría alcanzar su verdadero potencial.