El fútbol se ha detenido por culpa del coronavirus y todo hace indicar que no volverá hasta dentro de unos meses, de manera que los canales de televisión deportivos, condenados por la suspensión de toda actividad vinculada a la pelota, han tenido que tomar medidas. Su apuesta ha sido tan poco original como efectiva: para llenar la parrilla, han optado por retransmitir partidos repetidos.

La medida de las televisiones es un arma de doble hilo para los nostálgicos. Por el mismo motivo que un psicólogo nunca recomendaría mirar fotografías de la exnovia a un enfermo de amor; sentarse en el sofá para revisionar un de los partidos del Barça de Pep Guardiola puede resultar extremadamente doloroso. En tiempo de coronavirus, sin embargo, resulta francamente difícil no cruzarse con uno de aquellos inolvidables encuentros.

Guardiola Xavi Barca

FCB

Este domingo, por ejemplo, el canal de televisión del club blaugrana ha emitido el Barça-Arsenal de la temporada 2009/10 que Leo Messi decidió con cuatro dianas. Después, Barça-Leverkusen, con cinco goles del '10' argentino. Más tarde, Clásico en las semifinales de la Champions con gol antológico del mejor del mundo. Como es lógico, los responsables del canal apuestan por duelos que han pasado a la historia de la entidad. Rememorar la época del Tata Martino se podría interpretar como una sutil invitación a saltar por el balcón.

Nos apalancamos esperando que acabe el confinamiento y rememoremos noches de resultado escrito. Y aun así nos apasionan. La interpretación sencilla es que, sin partidos en directo, cualquier cosa nos vale para llenar el vacío de fútbol.

Yo, sin embargo, prefiero pensar que el fútbol lo perdimos antes, mucho antes del Covid-19. La tesis es sencilla: lo que ahora vemos en la televisión nos encanta porque es lo que hace años que no encontremos en el césped del Camp Nou.