El Manchester City vuelve el próximo domingo a Anfield para jugar contra el Liverpool en el partido correspondiente a la octava jornada de la Premier League. Una visita 'especial' para el equipo de Pep Guardiola, que vio cómo los aficionados reds lo recibían la temporada pasada, antes del partido de los cuartos de final de la Champions, lanzando todo tipo objetos contra su autocar.

La situación cabreó a Guardiola, que agradeció de manera irónica el trabajo del personal de seguridad. El City no quiere que se repitan los hechos del pasado mes de abril y por eso ha equipado su autocar con quince cámaras de alta definición para identificar a los hipotéticos agresores y facilitar el trabajo de la policía, que cerró la última investigación sin identificaciones.

Además, el club ha cambiado la ruta que sigue para llegar al estadio de Anfield y no pasará por el pub Arkles, donde los aficionados más radicales del Liverpool se reúnen para recibir al rival en un ambiente muy hostil. El despliegue de seguridad, por parte de la policía local, también será mayor, tanto en las calles como dentro del campo.